sábado, 26 de noviembre de 2011

Fiesta en la calle






El 90% de los pueblos de la comunidad valenciana celebran sus fiestas mayores con festejos de “bous al carrer”.La gente no entiende unas fiestas sin estos espectáculos,sin toros no hay fiestas,se suele decir.Niños ,jóvenes y adultos esperan ilusionados el momento en que verán correr por las calles, a ese toro o vaca del que tanto se habla y a esos recortadores que serán capaces de burlar sus embestidas a pesar de lo listos que se vuelven estos animales por estar tan placeados.


Los “bous al carrer” en la comunidad valenciana representan el sentir de un pueblo,son una seña de indentidad que llevamos marcada ya desde la infancia.


Todo el mundo que esté en las condiciones físicas adecuadas puede participar.Hay que ser mayor de dieciséis años y no dar muestras de embriaguez. El que no supere esta edad o de la sensación de que va bebido,rápidamente será sacado fuera del recinto por el grupo de colaboradores capacitados para ello que exige la normativa estén presentes durante la celebración del espectáculo.


Se trata ante todo de una diversión, peligrosa claro está.Y es por eso que existe un reglamento muy exigente que cada año se lleva a cabo con más rigor y en el que se incide mucho en que el maltrato animal quede fuera totalmente de estas celebraciones.La gente afortunadamente ha ido tomando conciencia y se respeta a los animales muchísimo,hasta el punto de llegar a la veneración,diría yo.


Varias son las modalidades que existen de “bous al carrer”,siendo la que crea más polémica entre detractores y partidarios la del “bou embolat”,que se podría traducir por toro de fuego,aunque no es exacta esta traducción.


Consiste en amarrar al toro a un palo,previamente colocado a tal efecto,para poder colocarle unos hierros en las astas que sujetan unas bolas preparadas para poder prender el fuego.Esto se hacía en la antigüedad por que por la noche en los pueblos no había iluminación y así de esta forma los que querían torear tenían localizado al animal.Lógicamente en los tiempos que corren ya no tiene sentido lo del fuego,pero ahí ha quedado como tradición.En defensa puedo asegurar que tiene gran arraigo popular,sobre todo en la provincia de Castellón y que nunca he visto un animal que sufriera secuelas por ser embolado.La mayoría de estos toros,los de alquiler,me refiero,mueren de viejos como cualquier otro toro y sin apreciarse ningún tipo de trastorno o lesión provocada por este acto.


Este tema da para mucho y es imposible abordarlo en un solo escrito.No es lo que parece.Para amarlo hay que conocerlo.La gente que habla desde el desconocimiento,a los que entendemos algo de esta materia,nos dan la misma sensación que los antitaurinos cuando atacan a las corridas de toros.Se dicen sobre los “bous al carrer”muchos despropósitos que son falsedades.




A.Ballester

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