jueves, 28 de febrero de 2013

La admiración en la plaza


[Razón 26]: La mayor emoción en la plaza: la admiración


¿Cuál es la principal y más grande emoción que un aficionado siente, como otros muchos espectadores
 ocasionales, en una plaza de toros?
 No es un gozo perverso o maligno, sino una emoción inmediata,
 tan carnal como intelectual, que se llama admiración. 
Admiración antes que nada hacia la bravura del toro: por su poder, por su incesante combatividad,
 a pesar de las heridas y por sus repetidas acometidas, a pesar de sus fracasos.
 Y admiración también hacia el valor del hombre, por su audacia, su coraje, su sangre fría, su calma,
 y su inteligencia en relación con el adversario. 
¡Sí! Vamos a la plaza, por encima de todo, a admirar. Es el más sano y más delicioso de los placeres.





"50 razones para defender la corrida de toros". Francis Wolf
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