viernes, 17 de mayo de 2013

Tal día como hoy en ... 1949

... 17 de Mayo 1949

El número "1"...

Luis Miguel Dominguín levanta el dedo índice durante su actuación en la plaza de toros de Madrid, autoproclamándose el mejor de los toreros del momento. El gesto del torero madrileño provocó una división de opiniones en los tendidos, y pasó a la historia de la Tauromaquia.

Desde la muerte de "Manolete" en Linares, Luis Miguel Dominguín había tomado el cetro del Toreo.

Aquella tarde la plaza de toros de Las Ventas se llenó hasta la bandera para ver hacer el paseíllo a Dominguín, Manolo González y "Parrita", que dieron lidia y muerte a un encierro de Galache bien presentado y cuyo juego propició el triunfo de los toreros.

Había toreado de manera magistral a su primero Luis Miguel pisándole los terrenos y acortando las distancias hasta hacerlas desaparecer,antes de pasaportarlo con dos pinchazos y dos medias estocadas.

Quizás el hecho de que parte del público discutiera la faena de Dominguín y el fallo a espadas, provocaron que el torero saliese especialmente motivado en el cuarto,un toro al que banderilleó de poder a poder de manera sublime por ambos pitones.

Con la muleta trasteo en series de toreo en redondo que conquistaron al tendido y pusieron de acuerdo a todos, tanto partidarios como "Bienvenidistas" y "Pepeluisistas" detractores del diestro.

Pero con la plaza entregada y la faena hecha a falta de rubricarla con el estoque, Luis Miguel alzó su dedo incide a la salida de un desplante con la intención de autoproclamárse el mejor, la reacción del graderío fue inmediata, unos aplaudían el osado gesto, y otros ardían en cólera ante tal desaire ...

Entró a matar Luis Miguel y consiguió una gran estocada que hizo rodar al toro, le concedieron dos orejas entre gritos y ovaciones, pero el torero, impasible, rechazó el segundo trofeo e inició la vuelta al ruedo con un sólo apéndice en las manos.

La afición lo sacó a hombros al finalizar el festejo junto con Manolo González, quien también firmó aquella tarde una gran actuación y al igual que Dominguín despreció uno de los trofeos conseguidos.

En los mentideros taurinos no se hablaba de otra cosa, el gesto de Dominguín causaba enfrentamientos entre unos y otros, pero al día siguiente, el 18 de Mayo de 1949, Luis Miguel le cortó las dos orejas a un toro de Antonio Pérez, haciendo callar las bocas de algunos y demostrando que en realidad era " el número 1".

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