Sábado, 15 de febrero 2014.Atlético de Madrid-Valladolid:
Diego Costa vuelve al ruedo
La Vanguardia.com.
La prensa catalana por excelencia utiliza a menudo fraseología torera para exponer sus titulares de forma comprensible, con lenguaje claro o popular y no es más que el resultado de tanta tradición coloquial que sobrepasa las manías antitaurinas de los catalanes. Al margen de la irónica metáfora sobre el bravo pelotero colchonero que lucha como nadie hasta el final de cada encuentro , se percibe en el fondo la incuestionable naturaleza filosófica de la Tauromaquia.
La relación existente entre los usos del lenguaje y las características sociales, como es sabido, es estudiada por la sociología del lenguaje o sociolingüística. La lengua es, por tanto, un indicador social. Los grupos sociales no manifiestan de igual forma la lengua, cada uno utiliza los términos lingüísticos que en su medio social son habituales y los impone a sus miembros, de forma que un individuo al utilizar la lengua deja entrever el estatus social, profesional o cultural al que pertenece.
Por eso lo adopta el pueblo y es tan popular. Parece claro que la lengua española no puede ser estudiada con rigor científico sin tener en cuenta los términos taurinos que han influido e influyen sobre ella. El grado de popularidad que alcanza la fiesta del toro se refleja, mejor que en ninguna parte, en el uso de las frases y modismos que, emanando de ella, han venido a enriquecer el lenguaje coloquial. El carácter pintoresco de estas frases del lenguaje taurino ha llegado a ser tan adecuado y gráfico que, aun no correspondiendo la acepción primitiva de ellas al concepto que quieren expresar, y usándose en sentido figurado, determinan la idea con mejor eficacia que la que pudiera tener locución más académica.
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