Carne de matadero

• Paulita, Morenito de Aranda y Sebastián Ritter, por encima de una moruchada incalificable

La historia se repite tantas veces que ya ni se tiene en cuenta, pero no deja de ser absolutamente injusta la situación en la que colocan a los toreros modestos en estas tardes de domingo en San Isidro ante corridas que, de antemano, ya se sabe que es género barato y desecho ganadero. A quienes se tienen que tragar estas corridas, en su única actuación en Madrid, no les queda otra opción que echar mano de sus recursos mentales para pasar el trago dignamente.Resolvieron, que ya era mucho, para el previsible panorama que se habían encontrado.

Corridas como la de Couto de Fornilhos, remendada con dos bueyes de Gerardo Ortega, no tendrían otro camino que el del matadero. Este género de plaza de talanqueras llega a Madrid para arruinar las ilusiones de toreros como Paulita, que tiene un sentido estético del toreo y que ayer, por encima de su lote, tan solo pudo cumplir con dignidad. La gente supo entender su calvario, ante un lote imposible que embestía con los pitones a la altura del estaquillador.

Morenito de Aranda lanceó de primor a la verónica y ya no pudo más que perseguir a los mansos con la muleta, y en cuanto el quinto se dejaba, a favor de querencia, el de Aranda nos recordaba el buen ropaje de su toreo.

Sebastián Ritter se arrimó como un león en el sexto para que la tarde no se le escapara por el desagüe del fracaso. Fue un ejercicio de valor sincero. A este muchacho no le hemos visto aún con un toro que le ayude, al margen de sobar los pitones con la taleguilla.

Madrid, 18 de mayo de 2014. Toros de Couto de Fornilhos, bien presentados, deslucidos, bruscos, sin clase; y dos (1º y 6º) deGerardo Ortega, bien presentados y parados los dos. Luis Antonio Gaspar "Paulita", silencio y ovación con saludos;Morenito de Aranda, palmas tras aviso y palmas tras dos avisos; y Sebastián Ritter, silencio en ambos. Entrada: Menos de tres cuartos. Destacó lidiando al tercero Rafael González.