FERIA DE SEVILLA

• Corrida muy vulgar de Fuentre Ymbro, labor cuajada de Castaño y muletazos sueltos de Ureña

• Sevilla, viernes 2 de mayo de 2014. Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, armónicos y astifinos. Importante el cuarto, nobles primero y quinto. Rajados segundo y tercero. 

• Javier Castaño: Silencio y ovación con saludos

• ; Paco Ureña: Silencio y silencio tras aviso

•  Esaú Fernández: Oreja y silencio. 

• Entrada: Menos de media plaza. Saludaron tras banderillear al primero David Adalid y Fernando Sánchez y David Adalid en el cuarto.

Otra media entrada escasa en la Maestranza, lo que no parece causar ningún nerviosismo a la empresa que con estos carteles gana dinero, a la espera de que este sábado con Ponce y El Cid los tendidos ofrezcan menos cemento a la vista, más que nada para maquillar el feo aspecto de una plaza semivacía.

Y este viernes padecimos la canícula anticipada que se nos ha venido encima en Sevilla y que no da tregua. Y si al factor climático le añadimos el bodrio de corrida que envió Fuente Ymbro ya se pueden imaginar la tardecita que padecimos ayer en la Maestranza. 

Una tarde en la que no faltó la oreja de pueblo que le obsequiaron a Esaú Fernández por la "gesta" de meter en la muleta a un manso que en su terreno, las tablas, colaboró para que Esaú ligara una tanda templada. Mató de un espadazo trasero y al presidente se le fue la mano con el pañuelo.

Pero en el sexto Esaú devolvió el trofeo. Vaya recital de trapazos. 

Javier Castaño se dejó tropezar repetidamente el engaño ante la violencia del primero y en el cuarto consiguió sujetar al manso y meterlo en la muleta con temple, sin perder la unidad en el planteamiento de la faena. Resultó lo mas torero de la tarde.

Paco Ureña se estrelló contra un manso solemne lidiado en segundo lugar y corrió la mano con tersura en el quinto toro en tres tandas de naturales impecables, pero alargó exageradamente su labor. Ureña desperdició en ese añadido innecesario el buen sabor que había dejado en los muletazos con la mano izquierda. Este torero, rescatado del olvido, merece una línea de crédito, aunque se va de puntillas de Sevilla.