jueves, 8 de mayo de 2014

Sobre El Cid...

Manuel Jesús El Cid. en Sevilla/2014
Su primero, que era el remiendo de Jandilla, se movió en la muleta con codicia y nobleza el tiempo suficiente para cortarle las orejas, 
Pero Manuel Jesús venía a dar pases y no a torear, y dio una manta de derechazos que a estas alturas se cuentan por cientos. Y todo ello, acelerado, despegado, fuera de cacho, sin gusto ni gracia. Si es verdad que cuando el torero torea, manda, El Cid no mandó nada. Se limitó a dar pases y olvidó que la torería es cosa muy distinta.
Pero es que al rajado cuarto consiguió encelarlo en la muleta para ofrecer otra lección de cómo las prisas no son buenas, y lo toreó de manera vulgar y destemplada. Esta vez dio la vuelta al ruedo tras una leve petición. ¡No es eso, no es eso, torero, y mucho menos en quien ha sido catedrático por todos reconocido!

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