domingo, 1 de junio de 2014

La heroicidad y los privilegios


Ahí está la foto que encabeza este artículo... Con Miguel Abellán ofreciéndose al toro después de haber pasado un buen rato en la enfermería. A por todas, dando la cara y consciente de que difícilmente verá recompensa a su gran esfuerzo. Es la realidad de muchos toreros como Abellán, que a pesar de dar la cara y enfrentarse a muchas más dificultades que otros toreros, son esos otros los que gozan de todos privilegios y los que cuentan con admiración mayoritaria. ¡Qué injusta es la vida!


Abellán orinó sangre después de la corrida y tuvo que ser ingresado en la UCI para revisar sus riñones, operados hace tan sólo unos días. Todo venía ya del revolcón que le dio su primer toro, y tuvo el pundonor de ponerse delante de su segundo, un auténtico mastodonte. El toro, con poder, buscaba el cuerpo del torero, pero ahí estaba él, dispuesto a dejarse matar para alcanzar la gloria. Lleva muchos años esperando en esta dura profesión, y sabe valorar una oportunidad en Madrid. Por eso se cruzó, se atornilló y le saco al toro hasta lo que no tenía. Oreja al conjunto de la tarde.

El toreo es amplio. En él caben faenas más limpias, visualmente más plásticas, denominadas de "arte", y faenas cimentadas en el valor y en el poder. Después, cada torero le imprime su sello, su Tauromaquia. Claro que para manifestar ese toreo amplio, tiene que haber toros. Toros de la misma y de distinta procedencia; y cada ganadería, con las características que el ganadero ha ido forjando a lo largo de los años. En una palabra, tiene que haber "diversidad", de toros y de toreros. Magnífico, ¿no? Así no se tiene la sensación de ver el mismo espectáculo una y otra vez. El toreo no es la monotonía a las que las llamadas figuras tienen acostumbrados a los públicos, y que los medios de comunicación del sector les aplauden y se encargan de divulgar, y todo delante del medio toro. Comparen si no lo que ayer se lidió en Madrid y lo que se lidió la tarde anterior con Castella, Manzanares y Talavante en el cartel. Toros impropios de Las Ventas. ¿Y los veterinarios y la presidencia qué hacen? Eso quisiera saber yo.

Este es el plantel que tendremos hasta que nosotros queramos, porque los aficionados somos los que sustentamos el espectáculo y, por tanto, los que marcamos el camino.

 http://purezayemocion.blogspot.com.es/

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