viernes, 4 de julio de 2014

El origen de un capote de paseo






                                                          Por  Vicente Parra Roldán


De sobras es conocido que la programación taurina de Canal Sur Tv. no tiene como finalidad la de informar sino de servir de marco para la exhibición del conductor de la misma que dice muchas palabras pero muy pocas cosas.
Este verano se ha sacado de la manga, para explotar aún más a los jóvenes alumnos de las Escuelas Taurinas, un programa de larga duración y escaso contenido taurino, pero que sirve para cubrir varias horas de emisión y, de camino, tratar de presumir de audiencia a esas horas.
En un reciente programa, en el espacio dedicado a un torero de raíces onubenses, Emilio Silvera, compareció su padre para, con ocasión de su mayoría de edad, hacerle un regalo: un capote de paseo. Hasta aquí, todo es normal; pero el “ilustre presentador” no se preocupó de conocer el origen de ese capote que lleva bordada la imagen de la Virgen de la Cinta.

Para que se conozca la realidad, dicho capote fue ganado por Emilio Silvera padre en la temporada 1.992 como autor de la mejor faena de las Fiestas Colombinas, trofeo instituido por la Tertulia Miguel Báez “Litri” y donado por el Excmo. Ayuntamiento de Huelva, cuyo alcalde, Juan Ceada Infante, le hizo entrega del mismo durante un acto organizado por la entidad taurina.
Este galardón se puso en litigio desde el año 1.986 hasta 2.011, fecha en la que, por cuestiones económicas, el Ayamonte decidió modificar el contenido del trofeo que se concede al autor de la mejor faena del ciclo agosteño.
El nacimiento de este trofeo es curioso. En un principio, el Ayuntamiento no participaba en el patrocinio de los galardones y, tras la reinauguración de la plaza de La Merced, el acto de entrega se convirtió en una auténtica fiesta social y taurina, por lo que el entonces alcalde de Huelva José Antonio Marín Rite quiso que la ciudad también colaborase, comunicándoselo así al presidente de la Tertulia, Alfonso Robles Raggio.
Cuando Alfonso Robles recogió la oferta del alcalde me la comunicó, proponiéndole que el premio, que debería llevar el nombre de Ciudad de Huelva, debía consistir en un capote de paseo con la imagen bordada de la Virgen de la Cinta, patrona de la ciudad, y se otorgaría al autor de la mejor faena de muleta. La idea fue aceptada tanto por la Tertulia como por el Ayuntamiento y, durante muchos años, se han concedido y entregado esos capotes que algunos toreros – caso de Emilio Muñoz, El Cid, Emilio Silvera y El Litri – han lucido fuera de nuestra tierra y se han jactado de haberlo conquistado tras sus actuaciones en la plaza de La Merced.

Pero eso es precisamente lo que desconocía tanto el responsable de la información taurina como la presentadora del programa (curiosamente, Medalla de la Ciudad de Huelva y amiga personal de Emilio Silvera), quienes no supieron explicar el origen del regalo que, por su mayoría de edad, Emilio Silvera le hizo a su hijo, que, como le dijo su padre, ojalá lo luzca durante muchas tardes y, por qué no, ganarlo alguna vez si vuelve a ponerse en litigio.

1 comentario:

  1. Pues no puedo estar mas de acuerdo con Vicente Parra. Mas claro...el agua.

    Saludos.

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