sábado, 5 de julio de 2014

Tal día como hoy ....

RAFAEL ASTOLA TRIUNFA EN LA REAPARICIÓN DE TERRÓN

La gravísima cogida sufrida por Pablo Gómez Terrón en el festejo celebrado el 19 de marzo había quedado, afortunadamente, en el olvido y el novillero triguereño reapareció en la misma plaza en un festejo extraordinario celebrado el 5 de julio de hace medio siglo.
Ni que decir tiene que la respuesta popular fue grande y los tendidos del coso onubense se llenaron, con la presencia de numerosos partidarios de Terrón que tenían muchas ganas de verle de nuevo en la arena.
Para la ocasión, se contó con un encierro de Diego Garrido que, en general, fue bueno, excepto el que salió en quinto lugar. Los novillos fueron fuertemente castigados y, por ello, algunos llegaron algo quedados a la muleta.
Pablo Gómez Terrón se lució al recibir a su primero con tres verónicas de majestuosa compostura y se lució en un precioso quite por chicuelitas. Duramente picado en los tres encuentros con los caballos, el animal llegó quedado a la muleta y Terrón lo trasteó inteligentemente aunque, al final de la muleta, notó el agotamiento físico de su inactividad. Por ello, realizó una faena no muy amplia, con los muletazos precisos, antes de dejar una gran estocada, siendo muy ovacionado al concluir su quehacer.
Con el quinto, el garbanzo negro del encierro, el triguereño se mostró más confiado para realizar una faena cuajada y con enjundia, iniciada con dos pases por alto para continuar con cinco redondos rubricados con el pase de pecho. Terrón toreaba muy cerca del novillo cuando lo pasaba al natural, con un toreo suave y lento. Tenía ganados los trofeos pero, tras media estocada, el novillo se amorcilló por lo que precisó de dos nuevas entradas y un descabello.
Por percance de “Lucentino” mató también el cuarto, luciéndose en una serie de redondos antes de igualarlo para dejarle media estocada y un descabello, volviendo a ser ovacionado por el público que estuvo durante todo el festejo con el torero que demostró estar totalmente recuperado del percance sufrido cuatro meses antes y que hizo temer por su vida.
El veterano “Lucentino” demostró con su experiencia y voluntad sus conocimientos para realizar una faena basada en el valor. Fue ovacionado con su primero y, cuando pasaba de muleta al cuarto, fue enganchado por la ingle y, en la enfermería, se le apreció contusión en el abdomen y shock traumático.

El triunfador del festejo fue el sevillano Rafael Astola que puso de manifiesto un toreo alegre, con el que se ganó al público. Lució variedad con ambas manos tanto al torear de pie como de rodillas. No estuvo afortunado con los aceros en su primero por lo que perdió los trofeos y el triunfo quedó en una aplaudida vuelta al ruedo. Mejoró su actuación en el que cerró plaza, especialmente cuando toreó al natural y terminar su faena con manoletinas mirando al tendido. Tras una estocada, necesitó un descabello por lo que la presidencia le negó la concesión del rabo solicitado y ello produjo el lanzamiento al ruedo de numerosas almohadillas en señal de protesta antes de que el trianero saliese a hombros por la puerta grande
Por .VICENTE PARRA ROLDÁN

No hay comentarios:

Publicar un comentario