miércoles, 24 de diciembre de 2014

Cuestión de distancias

Gravitación Universal.
Cuando Isaac Newton, en su libro Philosophiae Naturalis Principia Mathematica, publicado en 1687, enunció la ley de Gravitación Universal, ignoraba, sin duda,aspectos fundamentales de La Lidia
Ocurre que los toros  desplazan su masa, en algunos casos cercana a los seiscientos kilos, con majeza y casta brava, y son tanto más atraídos por los lidiadores cuanto mayor es la distancia entre toro y torero. 
En contra de los principios enunciados por el insigne científico británico, cuanto más evidente es la proximidad entre los contendientes menor es la atracción que mutuamente se profesan, de modo que puede decirse que las tesis, hasta hoy respetadas y admiradas por el cuerpo científico internacional, son falsadas durante muchas faenas, con un contraejemplo practico evidente.
Este fenómeno, ajeno a las leyes de la física elemental, no tiene explicación científica según los modelos clásicos, de modo que ha de recurrirse a la Tauromaquia para encontrar cabal entendimiento.
Ya en su célebre obra “Tratado de Tauromaquia” en el año 1796 Pepe Hillo disertaba sobre la importancia de las distancias en el comportamiento del toro, asegurando que determinados cornúpetas, ante una excesiva proximidad de los engaños, inhibían su instinto agresivo y se manifestaban abúlicos y faltos de codicia. 
La preceptiva taurina establecía para estos casos la terapia de la distancia, alfa y omega del arte de torear, recurso indispensable para la lidia ortodoxa

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