viernes, 9 de enero de 2015

Los años mozos de Cañabate


Asisto a las corridas de toros desde que tengo uso de razón. Voy a  recordar ahora mi juventud. Mi juventud es Joselito y es Belmonte, pasando antes por Vicente Pastor.
 Fui pastorista; después, belmontista. Silbé mucho a Joselito. Garrafal estupidez, de la que nunca me arrepiento bastante. Pero tenía que ser asi. Joselito era un clásico. Belmonte, un innovador, y cuando se es joven, siempre se va uno detrás de las innovadores. 
Además, en Joselito era irritante su seguridad. A Belmonte, en cambio, le cogían casi todas las tardes, y los hombres nos parecemos a las mujeres en que sentimos debilidad pon los débiles. Estoy satisfechísimo de mi juventud: Joselito y Belmonte bien valen haber nacido en 1898.
 Al coincidir mi juventud con la época de Joselito y Belmonte, que ahí está para quien quiera algo de ella, pude ver con estos ojos aun recién abiertos, que es como se ven las cosas, el milagro taurino hecho arte. Estallaba en aplausos y silbidos la fuerza de mis veinte años.
 ¡Qué buenos veinte años contemporáneos de Joselito y Belmonte!.
 Antonio Díaz Cañabate-El Ruedo, 2 de mayo de 1944

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