sábado, 14 de marzo de 2015

La prensa diaria frente al mundo de los toros

Las nuevas formas de informar
Al hilo del premio que la ATP le ha concedido al diario ABC por su continuada dedicación a la información taurina, puede ser muy oportuno realizar una pequeña reflexión sobre el papel que viene jugando la prensa diaria en relación con el mundo de los toros. 
En esa reflexión llegamos a una conclusión por nuestra parte: la prensa diaria sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la información taurina. 
En nuestros días ese esfuerzo importante que realizan no debiera medirse tan sólo por los centímetros cuadrados que ocupa en la las versiones impresas; debiera tenerse en cuentan también la dedicación que mantienen en sus ediciones digitales, que son las que marcan el camino con más futuro.


Es evidente que vivimos otros tiempos, pero que por ser distintos no tienen por qué considerarse obligatoriamente peores. El 18 de marzo de 1933, el martes siguiente al Domingo de Resurrección, el diario ABC salía a los kioscos con 64 páginas; pues bien, de ellas 4 se dedicaban íntegramente a la información taurina. 
Hace unos días,  en cambio, concluida la feria de Olivenza e iniciada la de Castellón, el mismo periódico ofrece al lector 88 páginas, de las cuales a los toros dedica una. 

Un ejercicio similar podríamos hacer con otras cabeceras, incluso las que han nacido en los últimos 25 años; el resultado, en términos proporcionales, no resultan muy distintos.
Quien interprete linealmente a este tipo de estadísticas podría sacar la conclusión de que la prensa escrita se ha desentendido de la Fiesta, o al menos ha reducido la intensidad de su atención a cuanto ocurre en el mundo de los toros. 
Pero la conclusión conduce necesariamente a una valoración, al menos parcialmente, errónea. No ha cambiado la atención informativa; lo que ha ocurrido, en realidad, es que se han modificado las formas de informar, al hilo con los nuevos cambios tecnológicos y de la propia demanda.
Sin duda, la Fiesta ha perdido fuerza informativa. Pero no lo ha hecho en la misma medida que el índice de destaurinización de la sociedad actual; por el contrario, ha buscado mantener encendida la llama sagrada de la afición
Lo que ocurre es que hoy lo hace de forma diferente. Y  así se comprueba tanto en la prensa de difusión nacional como en la prensa regional y local.
Si se analizan los contenidos de medios como ABC, El Mundo y La Razón –que el caso de El País tiene sus propias singularidades-- , pero también de los diarios regionales de Andalucía, Castilla la Mancha, Castilla León o la Comunidad Valenciana,  se comprueba indefectiblemente que la información taurina no ha caído vertiginosamente en el olvido, sino que es bastante amplia y diversa en sus contenidos, incorporando, por ejemplo, espacios propios de opinión y blogs, así como trabajos de divulgación histórica, por citar sólo dos casos; lo que viene ocurriendo es que la información taurina se diversifica y crece en las versiones digitales de los medios impresos, en tanto por obvias razones económicas se reduce la superficie en sus versiones impresas.
Sin embargo, éste no puede considerarse como un fenómeno privativo de la información taurina.
 Idénticas conclusiones se extraen si este análisis se realiza con la información económica, la cultural e incluso la política, por ejemplo.
 La diversidad y amplitud de los contenidos es mayor y está dotada de más agilidad en las versiones digitales que en las impresas.
Ante estas realidades, taurinas y no taurinas, conviene advertir lo que hoy resulta una nueva realidad: de acuerdo con lo que en la actualidad representan los nuevos hábitos de consumo de prensa --crecen en las versiones online, mientras bajan las ventas en las de letra impresa-- y los propios condicionantes técnicos --encarecimiento de los costes de papel y la reducción de sus paginaciones, por ejemplo--, la prensa escrita compatibiliza y diversifica su misión de informar entre sus ediciones impresas y las digitales.

Por eso, en los toros como en cualquier otra temática, lo que hay que valorar es la suma de ambas opciones. Y bajo es punto de vista, no resulta ser cierto que la prensa diaria se haya olvidado de los toros, salvo casos muy excepcionales; lo que ocurre es que informa de otro modo, tecnológicamente con mayores posibilidades y flexibilidades y que, además, resultan de creciente aceptación.
Un ejemplo bastante representativo: el reciente Congreso Internacional celebrado en Albacete no puede negarse que tuvo un tratamiento discreto en los medios impresos. 
Sin embargo, por la vía digital superó muy ampliamente ya en sus primeras sesiones el millón de impactos.
Frente a estas nuevas formas de informar, la actitud y la disposición de la prensa diaria no ha cambiado, o no lo ha hecho en la dimensión que algunos les achacan.
 Lo relevante, lo preocupante, es que lo que no han cambiado son los hábitos de los aficionados --sobre todo, de los propios taurinos---  respecto a los medios diarios; parece que para ellos sigue siendo lo prioritario enseñar esa página de periódico que le han dedicado a su torero, mientras que dejan un poco de lado la importancia objetiva que encierran esas otras 10 o 12 noticias que han podido aparecer en las versiones digitales de las mismas cabeceras, que están al alcance de aficionados de todo el mundo y que multiplican por miles el impacto en la opinión pública.
Y, en cualquier caso, nos confundiríamos si comparamos estas actitudes de los medios impresos con lo que ocurre en los audiovisuales, que ese sí que es un caso de verdadera desatención al mundo de los toros, cuando no de una atención que en nada favorece a la Fiesta.
 Aquí si que se ha abierto un abismo entre la actitud de la letra impresa y lo audiovisual.

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