domingo, 19 de abril de 2015

Sobre la manzanitis

El tema del día.
Es lo de menos que José María Manzanares haya cortado dos orejas esta tarde en la Maestranza.
 El público de Sevilla pierde los papeles con sus mojigateces y es como si olvidaran cada vez que hace el paseíllo este alicantino que en este templo del toreo se hizo el TOREO, con mayúsculas.
 Lo de más, lo más importante es que Manzanares puede, como pudo con un tercer toro reservón, distraído que terminó en tablas, con firmeza, con disposición responsable y recetando una estocada, estocada, tras un aviso. Se le pidió la oreja indiscutible. 
Si Manzanares quisiera, acabaría con el cuadro. Quisiera hacer el toreo bueno, ortodoxo, y no el del alivio, que realizó al quinto toro y al que le cortó otra oreja, que si ha de balancearse solo fue merito de la estocada. 
Pero no, José Mari no quiere hacer el toreo bueno. Se anquilosa en descargar la suerte, balancear la pierna contraria, dejar huecos, no mancharse “er vestio” y en fin destorear.
 Es más fácil. Menos arriesgado. Moderno, y le van a pagar lo mismo aliviándose que entregándose.
 En fin, pues la perra gorda para él y toda la generación de mamamelones que no quieren saber como es el toreo bueno.

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