viernes, 16 de octubre de 2015

Abono morantista

Sevilla como epicentro de la temporada de 2016  para José Antonio Morante de la Puebla.
 Quiere hacer borrón y cuenta nueva con lo sucedido en los dos últimos años con la empresa Pagés, el ya desaparecido G-5 y su ausencia del coso del Baratillo. Y también reconciliarse con la afición y con el propio ABC de Sevilla. «Necesito a Sevilla», dice con rotundidad. Es por ello que el año que viene «quiero hacer una temporada distinta». Y va a más. «Quiero hacer una temporada en torno a Sevilla. Voy a torear 12 ó 15 tardes en la temporada y me gustaría que Sevilla fuese el epicentro de la misma».
¿Cómo sería la campaña de 2016 de Morante de la Puebla? ¿Y cómo sería ese reencuentro con el coso del Baratillo y su afición? «En estos momentos estoy muy ilusionado —dice el torero— por todo lo que estoy contándote. Quiero torear cinco tardes en Sevilla y recuperar eldía del Corpus, una fecha emblemática para Sevilla en la que han toreado maestros como Manolo Vázquez, Curro Romero, Rafael de Paula... con esa ilusión sueño».
Morante de la Puebla, a las puertas de la celebración de una nueva edición del festival que organiza en su pueblo, lo tiene claro. Ya ha habido contactos con Ramón Valencia, gerente de la empresa Pagés. Porque hay algo que considera «innegociable» José Antonio: que se allane el ruedo de la plaza de toros de Sevilla. Así se lo ha hecho saber. «Ramón Valencia está muy ilusionado. Los desniveles del ruedo son innegociables y él lo ve lógico».
Así que sí el empresario le ayuda, como dice el torero cigarrero, «estoy dispuesto a hacer una temporada en torno a Sevilla». Sobre todo porque «quiero que el abono se refuerce y todos mis seguidores vuelvan a acudir a la plaza de toros» de la Maestranza. «Él —Ramón Valencia— me ha dicho que va a hacer todo lo posible».

Un abono importante

La ilusión se refleja en el rostro del torero. Dos años de ausencia en la que considera su plaza de toros son demasiados. «Ojalá se den todas las circunstancias para venir. Sevilla se merece un abono importante para el que el abonado vuelva a la plaza y ésta se llene».
Abunda en la temporada venidera, que dista mucho de las 50 tardes de este año. «Muchos me han dicho que voy a dejar de ganar mucho dinero. Es algo que no me importa. Todo lo supedito a Sevilla».
Porque, y lo dice abiertamente y con sinceridad, durante estos dos años «lo he pasado mal», si bien señala que cada año fue distinto. «El primero fue a raíz de las declaraciones de Eduardo Canorea —recuerda— y decidimos no ir», refiriéndose a aquel G-5 conformado por él, Juli, Manzanares, Perera y Talavante. «Canorea no tuvo la idea de conciliar, se calló y siguió su discurso».
El segundo año se quiso arreglar. «Le dije a mis compañeros que esto no podía seguir así, que había que levantar el castigo. Y en mitad de todo, Manzanares se adelanta y se anuncia en Sevilla. Eso crea una tensión entre los demás compañeros y la empresa que acaba con la ruptura de nuevo. Ramón Valencia reconoce que aunque lo hicieron con la mejor intención se equivocaron porque revivieron celos. Luegome ofreció carteles flojitos y entonces decidí no ir de nuevo a Sevilla».

ABC MoranteNecesidad espiritual

Pero Morante no se queda aquí. «Yo también reconozco que el segundo año no dejamos bien claro nuestra postura, que en principio parecía interesante y luego no lo fue tanto. Quizá ellos —la empresa—hayan tenido una parte de culpa y nosotros —el G-5—otra».
Ahora todo es distinto. «Tengo la necesidad espiritual y la responsabilidad de hacer una temporada en torno a Sevilla. Siento que tengo que hacer esto».
Precisamente se pudo ver este jueves a Morante en compañía de Ramón Valencia, quizá para empezar a ver ese alisamiento del ruedo. En ello también tiene que ver Joaquín Moeckel que, debe recordarse, es abogado en la empresa Pagés por un lado y abogado de Morante en la denuncia a Peter Janssen por injurias e insultos, que han desembocado en un juicio en el que le pide 100.000 euros por haberle llamado «asesino» tanto en la plaza como a través de las redes sociales y haber intentado agredirlo. Un caso que lleva directamente su abogado Moeckel.
«Hay que pasar a la acción de la Justicia—dice contundente Morante—. Ya está bien de quejarnos entre nosotros y no hacer nada. No es agradable ir a un juzgado y denunciar a alguien. Provoca ansiedad y a mí no me gusta ir en contra de nadie. Pero o hacemos esto ovan a acabar con nuestro patrimonio cultural y con nuestra afición por la Tauromaquia».
Pero Morante de la Puebla advierte de que éste es sólo un primer paso. Porque «se empieza por la Tauromaquia y se acaba por las tradiciones en los pueblos, con la suelta de vaquillas... y con la cacería, con los bueyes en las carretas y con montar a caballo. Es hora de decir hasta aquí hemos llegado. Y nos vamos a enfrentar a ellos —por los antitaurinos— en los juzgados, con la Justicia como mejor aliada nuestra».

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