"Unos y otros lo utilizan a su antojo para ganar votos y cuando llega la hora de la verdad seguimos estando solos".
Más claro y más realista, imposible.
No hay más que repasar los voluminosos programas electorales y la absoluta carencia de una mínima palabra de apoyo y reconocimiento para la Tauromaquia.
En la edición de papel de El Correo de Andalucía, dimos un repaso a la afinidad –o fobia– entre las distintas opciones políticas y la fiesta de los toros. No entraremos más en el asunto por el momento. Allá cada cual con lo que vote. Pero sí merece la pena rescatar el discurso firme y sensato de un torero que, además, es francés.
Hablamos de Sebastián Castella, que en las declaraciones paralelas a la recogida de tres de los muchos premios que testifican su excelente temporada ha señalado que “el toreo no es política”. El diestro francés ha puesto el dedo en la llaga al afirmar que “unos y otros lo utilizan a su antojo para ganar votos y cuando llega la hora de la verdad seguimos estando solos”.
Se puede decir más alto pero no más claro. Para claridad, recalcamos, la que ha empleado el matador galo que podría ejercer una excelente portavocía de los coletudos si hubiera una mínima comunión entre la cúpula de la torería. La posición de independencia de Castella en los sucesivos y defenestrados G-10 y G-5; su negativa a sumarse a la rebelión de Sevilla y los pleitos catódicos; y su propio carácter hermético convierten sus palabras en una prédica en el desierto aunque Le Coq tiene más razón que un santo.
Habrá que confiar en la acción de esa Fundación que prepara en sigilo una nueva manera de combatir el abolicionismo. Por ahora hay que conceder al empeño el beneficio de la duda y olvidar otros experimentos pasados. Pronto habrá noticias.
Lágrimas en la lluvia y alguna especulación
Sin salir de Sevilla se sigue especulando con la gestación de unos carteles que tendrán que definir muy pronto sus definitivas líneas maestras. El calendario litúrgico brinda un tempranísimo Domingo de Resurrección y con las cinco tardes de Morante se habla de las tres o cuatro de Manzanares; las dos o tres que podría sumar Talavante y hasta del comentado y complejo anhelo de Ferrera, que lo tendrá difícil para quedarse solo con la de Victorino atendiendo a la extensa nómina de matadores que hay que colocar.
También hay quién da por hecha alguna ausencia con nombre y apellidos. Cambiamos de tercio: no dejen de echar un vistazo a la jugosa entrevista del productor Simón Casas que publica la revista Aplausos. Los sutiles palos a la clase alta del toreo --les acusa de no adecuarse a la realidad económica-- no son nuevos.
Nos vamos, certificando que el Corpus sevillano, la intercesión de Morante y la tercera venida de José Tomás en carne mortal ha quedado en lo que ya le contamos: meras lágrimas en la lluvia.
Si aún tienen ganas de votar, ya saben lo que se juegan. Au revoir...
► Por Álvaro R. del Moral
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