Para defender y divulgar la Tauromaquia.
Representantes de toreros, ganaderos y empresarios han decidido unirse en la Fundación del Toro de Lidia para ‘normalizar la presencia del toreo en la sociedad por medio de la divulgación de su patrimonio social, medioambiental, cultural y económico, y reivindicar las libertades de los aficionados de acuerdo a la ley’, según un comunicado de los promotores.
La fundación reivindica su ‘libertad de elegir’, además de exigir ‘respeto para los miles de personas que trabajan alrededor del toro de lidia’.
‘Reclamamos nuestro derecho a organizar y asistir a festejos taurinos sin censuras ni imposiciones, y que la gente pueda ir sin complejos a los toros. Necesitamos divulgar y enseñar qué es el toreo y el mundo que gira en torno a él’, añaden los patronos.
La fundación también quiere consolidarse como altavoz potente y participativo para el apoyo y la promoción de la tauromaquia en el ámbito nacional e internacional. De ahí, que se hayan iniciado ya acciones legales y de comunicación necesarias para preservar los derechos y la reputación de profesionales y aficionados, con una estrategia jurídica que proteja a profesionales y aficionados taurinos frente a los distintos actos ilícitos de los que vienen siendo objeto, tanto en derecho penal como civil y procesal administrativo.
El objetivo es que no queden impunes las ilegalidades cometidas contra la tauromaquia, así como desarrollar en adelante una estrategia común frente a todos aquellos actos que vulneren la ley. En ese sentido, la Fundación nace con vocación de convertirse en herramienta jurídica al servicio de todos quienes se sienten agredidos y ven vulnerados sus derechos respecto a su profesión o afición taurina.
La fundación señala, por último, que ha promovido la estructura económica adecuada para iniciar el proyecto con la idea de sumar a todos, profesionales y aficionados, y a cuantos quieran ayudar a su consolidación.
El impacto de la tauromaquia
La fundación destaca, además, la importancia económica, laboral y medioambiental de la tauromaquia, y señala que que es el segundo espectáculo de masas en España después del fútbol. Añade que los festejos taurinos congregan anualmente a unos 17 millones de espectadores en los más de 18.000 espectáculos taurinos que se celebran, y que se trata de la actividad cultural que más ingresos proporciona al Estado: solo en concepto de IVA aportó unos 45 millones de euros en 2014.
Según el nuevo órgano, el impacto económico del sector taurino asciende a unos 3.500 millones de euros anuales, genera cerca de 200.000 empleos directos e indirectos, beneficia a más de un centenar de distintos sectores económicos, y repercute de forma indirecta o inducida en el turismo por valor de unos 1.900 millones de euros anuales.
La cría y preservación del toro de lidia, una especie única, finaliza, se extiende por 540.000 hectáreas de dehesa, definidas por la Unión Europea como espacios de Alto Valor Natural, lo que constituye 'una riqueza medioambiental y un motor del entorno rural sin parangón en ninguna otra actividad'.
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