Qué más quieren....

Se van al desolladero tres novillos sin torear

Toreo mecánico, como de catálogo, el que carece absolutamente de personalidad, ese mismo es el que ayer vimos en la última novillada de las tres anunciadas en este San Isidro. Los muchachos que hicieron el paseíllo se esmeraron en un discurso vulgar, rutinario, en el que ni por asomo podemos rescatar ni un solo, ni un solo detalle de la atorrante catarata de muletazos sin ton ni son.

Pero es que para mayor desdoro de la terna la novillada de la Ventana del Puerto dejó muchas cosas aprovechables, especialmente los tres primeros novillos y de forma significativa ese tercero que fue una máquina de embestir. Y era el novillo soñado para encontrárselo en Madrid. Se lo encontró Juan de Castilla, que sustituía a Luis David Adame, y entre multitud de derechazos apenas alguno a la altura de la embestida del novillo.

Alejandro Marcos sufrió una espeluznante cogida al intentar un ayudado por alto. Salió conmocionado del lance pero pudo volver a la cara del novillo y matar como pudo. Eso le valió una pueblerina vuelta al ruedo. En el cuarto anduvo ramplón ante un novillo áspero y manso. Por su parte el peruano Galdós tiró líneas con su primero, desperdiciando la buena clase del animal. El quinto fue un manso de libro. A ambos los mató de infames bajonazos

Plaza de Madrid. Decimoctava corrida. . Menos de tres cuartos de entrada. Novillos de LA VENTANA DEL PUERTO , muy desiguales, desde el bravísimo tercero al rajadísimo quinto. ALEJANDRO MARCOS , de burdeos y oro. Pinchazo y estocada. Un aviso (vuelta con protestas). Tres pinchazos, estocada y descabello. Un aviso (silencio). JOAQUÍN GALDÓS , de canela y oro. Bajonazo (silencio). Bajonazo (silencio). JUAN DE CASTILLA , de celeste y oro. Dos `pinchazos y estocada delantera. Un aviso (silencio). Pinchazo y estocada caída. Un aviso (silencio).