jueves, 23 de junio de 2016

Con esmoquin y sin esmoquin

Hoy, sin esmoquin, el Sumo Pontífice del toreo actual ha cantado misa mayor en Alicante. Enrique Ponce, dentro del clasicismo exuberante, la privilegiada cabeza y el valor que le caracterizan y que le mantienen en la cima del toreo durante veintiséis años -y lo que te rondará morena-, ha vuelto a dictar dos lecciones magistrales. 
En plaza de segunda, sí, que no solo de Valencia, Sevilla, Madrid, Pamplona y Bilbao vive la Fiesta. Del valor del de Chiva se habla poco. Craso error, porque para torear tan bien como Ponce torea al bueno, al regular y al malo, hace falta mucho valor.
Lo siento por los que estaban esperando el esmoquin en busca de lectores que no tienen cuando se limitan a escribir con seriedad, pero Enrique ha estado esta tarde en “la terreta” inconmensurable. Y torero consciente de lo que obliga su profesoral veteranía, no ha querido dejar salir solos por la puerta grande a los dos cachorros que le acompañaban en el alicantino cartel de Fogueres. 
Y es que Enrique I “El Grande” sigue siendo “primus inter pares” con esmoquin y sin esmoquin. Un día le dará por vestirse de romano y pondrá la plaza boca abajo. 
Hazlo pronto torero, para darles ocasión a lucir lo mas ramplón de su prosa a los que tanto les cuesta resistir la perfección de tu manera de ser torero.
López Simón y Roca Rey, impresionantes en su entrega y ambición de triunfo. Si no lo hacen ahora ¿cuándo lo habrían de hacer? Pero al maestro, joder con el maestro… ¡Cualquiera lo pone en apuros! La corrida de Daniel Ruiz, buena con un toro extraordinario y dos factibles.
 El de La Palmosilla chinchín catapum… El público de dulce.Por Paco Mora

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