sábado, 23 de julio de 2016

La única apuesta segura

Frente a estas realidades, una sola cosa está comprobada como verdaderamente segura: el único torero arrollador de los que hoy están en activo se llama José Tomás. 
Es cierto que no se prodiga, sino que mantiene unos criterios muy selectivos de cuando y donde adquiere compromisos. 
Pero es igualmente cierto que al conjuro de su nombre, no es ya que sus actuaciones funcionen bien en la taquilla, es que tiene un efecto locomotora en los abonos. 
Ahí están Jerez, Alicante o San Sebastián, por ejemplo.
La gran pregunta que muchos se hacen es si prodigándose con mayor frecuencia cambiaría en el signo de las taquillas. Pues probablemente, no. José Tomás se trabaja ser excepcional; lo es en su toreo, pero lo es también en sus decisiones.
 No le interesa sumar festejos, sino sumar acontecimientos, que son dos conceptos muy distintos. Una forma diferente de entender el oficio. 
Y la verdad es que le funciona bien. De hecho, es al único al que le va esa marcha

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