Sanfermines

Luis David Adame, primera puerta grande

La tarde reservada para los novilleros es la tarde en la que uno se siente más a gusto en esta plaza, lejos del infernal ambiente de lo que viene después.

 Y precisamente por esta circunstancia ayer vivimos plenamente concentrados en lo que ocurría en el ruedo. Y ocurrieron muchas cosas, como el juego de la seria novillada de El Parralejo que se movió y se empleó con mucho fondo.

 Y otra actuación convincente del mexicano Luis David Adame.

Con tres orejas se fue en hombros al final de la corrida. Un éxito que corrobora su actuación en San Isidro. Lo que hace tiene, sin embargo, claroscuros. Es verdad que hace gala de firmeza, que conecta una barbaridad con el público y que no hace un solo ahorro de entrega y disposición. Como lunar a extirpar debe olvidarse de las inmensas distancias cuando torea sobre la mano derecha. Ayer lo mejor y lo más sólido lo hizo en el toreo al natural.

El navarro Javier Marín puede ser el torero de Pamplona para el futuro inmediato.Atesora un valor auténtico y una gran disposición. Hace un toreo recio y sin cuento que en ambos novillos se hizo patente.

 El francés Younes tuvo en su muleta los momentos de más gusto de la tarde en el tercero e hizo gala de firmeza en el complicado novillo que cerró plaza. Pero la espada es su punto negro

Plaza de Pamplona. Primera corrida. Casi tres cuartos de entrada. Novillos de EL PARRALEJO , muy bien presentados, con movilidad y fondo. JAVIER MARÍN, de azul marino y oro. Pinchazo y media estocada. Un aviso (vuelta). Estocada delantera y atravesada. Un aviso (una oreja). LUIS DAVID ADAME , de grana y oro. Estocada caída (una oreja). Estocada caída (dos orejas). ANDY YOUNES , de lila y oro. Pinchazo, estocada y tres descabellos (silencio). Cuatro pinchazos y descabello. Un aviso (palmas)