viernes, 26 de agosto de 2016

Monumento a la vulgaridad

 Corridas Generales de Bilbao
Y ayer en Vista Alegre  vimos un desfile de toros, de victorinos, de embestida fofa, triste, apagada, como si no llevaran ese hierro. Algunos, de se dejaron torear mansamente y hasta uno que otro, como el quinto, tuvieron algún apunte de codicia. Pero allí no había emoción, ni sensación de casta. 
Al final hubo la sensación de una  corrida de Victorino decepcionante que no arregla, todo lo contrario, el desastroso balance ganadero de estas Corridas Generales.

Claro que enfrente de la corrida vimos a dos toreros, mano a mano, nada menos, ¡oiga!, pero igualmente cocidos, sin ideas, pegando docenas de muletazos que a nada transmitían. Y eso que Curro Díaz en el primero abrió la faena con unos naturales exquisitos. Un espejismo. Su labor, hasta el quinto, fue repetitiva aunque breve. Y breve la faena al quinto que había encarrilado, que parecía enderezar la tarde. Inopinadamente se fue la espada de verdad. Pensó que lo bueno si breve..., pero es que lo suyo apenas había sido medio bueno. 
Paco Ureña dejó unos lances a la verónica a su primero, preciosos y tres derechazos lentos al mismo toro. Después pegó pases y pases a fondo perdido.
Bilbao, jueves 25 de agosto de 2016. Sexta de las Corridas Generales. Toros de Victorino Martín. Bien presentados, variados de hechuras, serios. Nobles, desrazados y de escaso juego. El de mejor juego, el 2º; y el más áspero y complicado, el 6º. Curro Díaz, ovación con saludos, silencio y división de opiniones; Paco Ureña, ovación con saludos, silencio y silencio. Entrada: Dos tercios

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