Entre la sorpresa de Las Ventas y el famoseo
Habían dado por ganador virtual al tándem formado por la familia Martínez Uranga y el todopoderoso millonario mexicano Alberto Bailleres, responsable último de esa famosa FIT que venía a redimirnos del pecado y la muerte eterna. Pero Simón Casas, fiel a su estilo, acabó por dar la campanada al filo de la ídem reclamando su minuto de gloria. Ésas son las dos ofertas que la Comunidad de Madrid tiene sobre la mesa para dirimir el futuro inmediato de la plaza de Las Ventas.
Pero nos interesa la alianza del rey Midas azteca y los Choperitas. Bailleres es, además, flamante empresario de la Monumental de México, una plaza que ha cogido al vuelo cuando descendía en caída libre. No sabemos si se crearán nexos taurinos con el Foro. Más de uno aún tuerce el gesto cuando se recuerda que la sombra mexicana pudo planear sobre la rebelión que condenó la plaza de la Maestranza dos largos y tristes años. La verdad del asunto sólo la conocen muy pocos.
De los números del toro y la tabarra de los antitaurinos
Lo publicaba estos días un diario de la competencia. Si en la manifestación madrileña convocada por los amiguetes del PACMA se habían logrado congregar 4.000 simpatizantes, en sólo cuatro plazas de toros --Valladolid, Ronda, Albacete y Arlés-- se rozaron las 40.000 almas en la misma jornada.
Pero, ojo, esas cifras se disparan si sumamos -festejos populares aparte- los 57 cosos que acogieron novilladas picadas o corridas de toros en el que puede ser el fin de semana más taurino del año. Los números son concluyentes pero no nos pueden conformar.
Bajón ambiental en la Goyesca
La presión antitaurina si ha conseguido otros objetivos más sutiles. Lo pudimos comprobar el sábado en la Goyesca de Ronda. El famoseo ya no está dispuesto a exponerse al linchamiento de lo políticamente correcto.
Algún rostro conocido hasta pidió perdón por llevar a su hijo a una barrera en Segovia.
Pero, sin salir de la ciudad del tajo, sólo podemos certificar la defunción de la pasarela de las vanidades que había otorgado carácter a la Goyesca en la era Rivera Ordóñez. No hay mal que por bien no venga: sería un reto hermoso recuperar la Goyesca como acontecimiento estrictamente taurino.
Hablamos de reapariciones estelares; carteles imaginativos; sorpresas... en la memoria planean los años gloriosos del reencuentro anual del maestro de Ronda. La tradicional corrida puede y debe perseverar más allá del escaparate de colorín.
Y recogemos la tienda pero antes acusamos recibo de las dificultades para levantar el cartel del festival en homenaje a José Manuel Soto.
Un poquito de por favor...
de Álvaro R. del Moral
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