Aunque en las casi 100 ganaderías que declaran tener origen Domecq una gran mayoría de ellos tienen muy en la lejanía esa sangre, los que son más de "pata negra" dominan muy ampliamente el panorama ganadero durante la temporada de 2016.
Si se toma como referente a las 25 ganaderías que mas reses han lidiado, lo de Domecq se acerca al 50%, pero si los cálculos se realizan sobre el total Domecq sigue destacando con un 20%.
Por otro lado, si la referencia se hace sobre el número de trofeos concedidos, se comprueba por qué las figuras se mantienen tan firmes en el "toro predecible".
Una temporada más el encaste procedente de Domecq se ha vuelto a imponer de manera muy destacada en el escalafón ganadero. En términos globales, se acerca al 50% de las reses lidiadas, especialmente en los dos principales circuitos. Sin embargo, al hacer un tratamiento global de este origen, se tropieza con una dificultad objetiva, que además desnaturaliza en gran medida los números.
Si para definir esta denominación de “Domecq”, nos remontamos hasta 1930 en su origen primero --esto es: a don Juan Pedro Domecq y Núñez de Villavicencio y luego su hijo Juan Pedro Domecq Solís-- en Europa se localizan casi 100 ganaderías diferentes; en concreto, en la actualidad, 93.
Sin embargo, ese alto número en realidad representa un “cajón de sastre”, en el que se entremezclan toda suerte de grados de parentesco sanguíneo, hasta el punto de poderse poner en duda la realidad de semejante ascendencia. De hecho, el deterioro de la marca Domecq procede, precisamente, de la mercantilización que se ha hecho de la procedencia y de su mal manejo genético.
Fieles a los orígenes más propios se mantienen 3 criadores --uno de ellos ya fuera de la familia--, con 5 hierros diferentes. En un primer grado de parentesco, figura otros 8 criadores, que lidian con 10 hierros diferenciados. En la segunda derivada aparecen 14 criadores que utilizan 18 hierros distintos.
Y a partir de la siguiente derivada ya nos encontramos con parientes en tercer, cuarto y quinto grado, que de forma paralela se van alejando del tronco primigenio.
Dejando al margen a cuantos integran ese diversificado mundo de “procedente de, procedente de, procedente de”, en la temporada de 2016 en las plazas de España y Francia algo más del 20% de las reses lidiadas --fundamentalmente, cuatreños— responden realmente al ascendiente Domecq.
Pero si nos fijamos en los 25 criadores que más han lidiado en este último año el 46,6% de las reses respondían a este encaste; si se le sumaran los datos de los hierros de la familia Núñez Benjumea, pasaría muy holgadamente del 50%. A gran distancia queda lo de Murube con un 14,2%, lo de Albaserrada con un 9,8% y lo de Núñez con un 6,3%.
Aunque tenga muchos partidarios entre la afición, el encaste santacoloma presenta una cifras mínima: los cuatro hierros principales no llegan a alcanzar el 1% del total lidiado.
Por otro lado, si se toma como índice de buen juego las orejas cortadas, lo de Domecq representó exactamente el 50% de las concedidas en los festejos de lidia ordinaria por el TOP 25 y el 26,2% de las correspondientes a la totalidad de las ganaderías que lidiaron en España y Francia e todo tipo de festejos.
Conviene advertir que en su sentido estricto la ganadería de Núñez del Cuvillo y la de Núñez de Tarifa –que en conjunto son las que mas reses lidiaron en 2016— en este informe se ha preferido dejarla fuera del encaste Domecq, porque en la dehesa de Vejer de la Frontera lo originario de Osborne Domecq luego se ha mezclado con sangre del Marqués de Domecq, de Núñez y de Atanasio, además de un lote que viene de Torrealta.
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