VICENTE PARRA ROLDÁN.
Es normal encontrar a dos jóvenes enamorados compartir
profesión aunque, en ocasiones, parezca difícil. Es como sucede en la pareja
compuesta por Alejandro Conquero y María del Mar Santos que, además de estar
unidos sentimentalmente, comparten la profesión de toreros.
En esta época otoñal/invernal, Alejandro y María del Mar
comparten un duro entrenamiento en la finca “Los Judíos” donde están asentados
desde que acabó la pasada temporada. Cada día trabajan denodadamente para
conseguir la puesta a punto por cuanto la campaña taurina está a la vuelta de
la esquina.
María del Mar Santos nació en la taurina localidad pacense
de Olivenza y, desde muy joven, sintió la llamada del toreo y, tras vencer las
dificultades familiares, entró en la Escuela Taurina de Badajoz donde, en una
tarde afortunada, conoció a Alejandro.
Su primera actuación se produjo cuando
tenía once años y, hasta ahora, ha actuado en medio centenar de festejos.
“Una de las cosas más bonitas que me ha dado la vida ha sido
ponerme a Alejandro en mi camino porque me ha aportado muchas cosas buenas,
tanto en lo personal como en lo profesional” comenta muy ilusionada la
novillera extremeña mientras contempla amorosamente a Alejandro Conquero.
La novillera analiza a su compañero señalando que “Alejandro
es un torero que tiene mucho valor y, aparte, ganas de querer conseguir lo que
queremos todos, ser figura del toreo. Se levanta cada mañana con ese sueño, es
muy constante, tiene eso metido en la cabeza y lucha hasta el final por lo que
lo conseguirá. Como persona, es un niño encantador, extraordinario, muy bueno,
como pensaba siempre que sería mi hombre y he tenido la suerte de encontrarlo y
estoy muy contenta”.
La pareja trabaja duramente. María del Mar recuerda que
“cuando, antes de empezar nuestra relación, hablé del tema con Alejandro, me
comentó que los entrenamientos eran duros pero no pensaba que fuera tanto. Llevamos una vida de auténticos profesionales, vivimos en el campo, en toreros
y trabajando durante todo el día pues empezamos a las siete de la mañana y hay
ocasiones en que terminamos a las once de la noche”.
La torera tiene las ideas muy claras y así señala que “estoy
muy ilusionada para que pronto empiece la temporada pues me hace mucha ilusión
la posibilidad de torear con Alejandro. Cuando estemos en el patio de
cuadrillas, le diré que se arrime mucho aunque intentaré estar por encima de
él, pues, en la plaza, no hay amor que valga. Me encantaría torear junto a
Alejandro pues lo tenemos muy claro y, cuando toreemos juntos, habrá solo
compañerismo, que debe haberlo siempre, pero cada uno ha de ir a ver quién se
lleva el gato al agua”.
Por su parte, Alejandro agradece el día que, acompañado de
un amigo, acudió a la Escuela Taurina pacense donde tuvo la ocasión de conocer
a María del Mar con la que, poco después, empezó a relacionarse. Pero él lo
tiene muy claro: “Lo que más me interesa es María del Mar persona”.
Respecto a sus cualidades taurinas, el novillero onubense
señala que “no la había visto torear antes de nuestra relación y, cuando fui a
verla por primera vez, la verdad es que me sorprendió mucho pues, aunque había
visto antes a muchas mujeres toreando, ella me sorprendió mucho por ser
diferente a todo lo que había visto antes, causándome una magnífica impresión,
comprobando su gran valor, con mucho sentimiento y pienso que, si le dan
oportunidades, puede ser alguien importante en esto”.
Alejandro también tiene claras sus ideas para el día que
hagan juntos el paseíllo “estaré pensando en estar bien con los dos toros y,
por supuesto, me alegraría mucho que ella estuviera bien pero, en ese momento,
lo que quiero es estar muy bien, incluso en esa rivalidad que hay con ella. Por
ello, me gustaría esta temporada torear con ella.”
El novillero onubense tiene en su mente un deseo: tomar la
alternativa. “Me gustaría que fuese en Huelva, aunque es una plaza en la que no
he triunfado rotundamente pero que he tenido muy buenas sensaciones y es la
plaza, además de ser la de mi tierra, es la que voy con más responsabilidad”.
Y para alcanzar esos triunfos soñados por los enamorados
toreros trabajan con denuedo en espera de que comience la nueva temporada. La
pareja podía ser un atractivo para el gran público. Ojalá tengan suerte y hagan
muchos paseíllos a lo largo del nuevo año.
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