Un magnífico archivo con alrededor de 16 mil negativos que capturan la historia de la Tauromaquia desde la posguerra hasta mediados de los años 80 .
La corporación pública valenciana, poseedora a su vez de una de las colecciones de temática taurina más importantes del mundo, ha llegado a un acuerdo con José Manuel Sanchis Calvete “Finezas III” -que custodiaba el material heredado de su padre, Manuel Sanchis Blasco “Finezas II”, y de su abuelo, Joaquín Sanchis Serrano “Finezas I”- para que todos los fondos tengan su morada definitiva en la más que centenaria institución.
Según han adelantado a Aplausos fuentes de la propia Diputación, los fondos fotográficos recién adquiridos estarán en el futuro a disposición de investigadores y curiosos tras el pormenorizado estudio y labor de escaneado y documentación a los que serán sometidos. La Diputación de Valencia, en su afán por difundir la cultura taurina, tiene en ello -en hacer accesible semejante caudal de información gráfica al gran público- su principal objetivo: “Las imágenes de nuestro pasado nos permiten descubrir de primera mano parte de nuestra cultura y debemos utilizarlas como herramientas fundamentales en el conocimiento histórico”, apunta Toni Gázquez, director del centro de Asuntos Taurinos de la Diputación de Valencia. “Es importante conocer la verdadera historia para que los investigadores nos la puedan transmitir con la máxima objetividad y que aquellos que deben tomar importantes decisiones no manipulen la historia malintencionadamente”, agrega sabedor de la trascendencia de la compra realizada.
UN SINFÍN DE RECUERDOS
En la amplia colección de negativos están retratados los rostros de innumerables personajes -taurinos y no taurinos- que captaron los Finezas entre finales de los años treinta y mediados de los ochenta. Escultores, literatos, cineastas, compositores... como Mariano Benlliure, Ernest Hemingway, Orson Welles, Rita Hayworth, Xavier Cugat, Fernando Vizcaíno Casas, Marlene Dietrich, el maestro Penella, Marisol, Juanita Reina y un largo etcétera acapararán las miradas de los amantes de la crónica social. Hasta la reina consorte Victoria Eugenia, esposa del monarca Alfonso XIII, quedó inmortalizada en los vastos registros gráficos de la familia. Entre tanto, los aficionados más clásicos podrán disfrutar con las imágenes -en el ruedo y fuera de él- de todos los profesionales del toreo de esas casi cinco décadas. Toreros, ganaderos, empresarios, apoderados, aficionados..., captados por las cámaras y los objetivos de una saga cuyo apodo tiene su origen en el mote que a comienzos del siglo XX el novillero Ángel Crespo “Crespito” le puso al primer Finezas como reconocimiento a su elegancia en el vestir y a sus “finos” modales.
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