martes, 14 de febrero de 2017

Sevilla, la feria por ahora secreta

Gestada sin especiales filtraciones
Tenemos cartel --una deslumbrante macedonia de colores de Carlos Franco Rubio-- y ya sabemos que la profesora Araceli Guillaume será la encargada de pregonar la fiesta de los toros desde el atril del Lope de Vega en la luminosa mañana del Domingo de Resurrección. Mientras tanto, los carteles abrileños y mayeros se gestan en el más absoluto sigilo sin que los avezados escrutadores habituales hayan logrado esbozar ningún avance.
La gestación del próximo ciclo abrileño está siendo ajeno a las habituales filtraciones.

 Los carteles se intuyen, pero aún no se sabe casi nada concreto de un serial que no tardará en ver la luz, como comenta Álvaro R., del Moral. Esta claro, que Ramón Valencia apuesta por las figuras: 5 tardes Morante, 4 Manzanares y, posiblemente Roca Rey, 2 Ponce, El Juli y Talavante. Sin encaje todavía anda Castella. Junto a los toreros locales (Javier Jiménez y/o Moral), no podrán faltar ni Manuel Escribano, ni Ureña, ni Padilla, todos los que triunfaron en 2016… Y luego los nuevos: Garrido, Marín y Lorenzo

La verdad es que se intuye más de lo que se sabe. Y puestos a elucubrar y escrutar, podríamos avanzar que Enrique Ponce estará dos tardes en el coso del Baratillo. Es lo que ha pedido el valenciano, que podría aliviarse en una de ellas oficiando de padrino de alguna alternativa. 
La que tiene más papeletas en primavera es la de Pablo Aguado que ya negocia corridas como matador.
Y hablando de doctorados, cada vez cobra más fuerza el de Rafa Serna.
 Los apoderados del novillero de la Costanilla mantienen indisimulados vínculos con la empresa Pagés que podría optar por dejar en blanco algún puesto del ciclo otoñal --que seguramente se verá reforzado con una tercera tarde-- para anunciar esa alternativa en el momento más oportuno. 
Ya lo dijo el propio novillero en estas mismas páginas: la alternativa hay que ganársela con la espada y la muleta.
¿Qué hay más allá? Pues que el reparto de las ganaderías de relumbrón ha sido el quebradero de cabeza más cotidiano para Ramón Valencia que no tardará demasiado en desvelar las combinaciones definitivas. Será antes de que la ceniza vuelva a tiznar las frentes: pulvis es et in pulverum reverteris...
Se apuntaba en el portal especializado Mundotoro confirmando algún rumor que ya había circulado.
 La empresa Pagés había recogido el guante de la calle apostando por la terna de Morante, Manzanares y Andrés Roca Rey.
 Los toros, eso parece seguro, serán de Cuvillo. 
La novedad vendría con la salida del joven paladín peruano de la lujosa apertura pascual. 
Hay quien no quería verlo en esa fecha y si la empresa ha dado su brazo a torcer, el cartel podría quedar en mano a mano entre el cigarrero y el alicantino.
 Pronto lo sabremos, como el rumor que recogía el mismo portal apuntando a la ansiada vuelta de José Tomás, ausente del coso del Baratillo desde hace tres largos lustros.
Pero una cosa son los deseos que se cuecen en los despachos de la calle Adriano y otra --bien distinta-- el críptico pensamiento del Divino que aún no ha apuntado ninguna línea argumental de la temporada que vendrá. 
Se habla del fin de semana posterior a la propia Feria, a salvo de las cámaras de televisión y en una fecha por y para su interés. 
Ya veremos.

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