martes, 14 de marzo de 2017

Cristina pone en valor la Tauromaquia

DE SEDA Y ORO
PACO GUERRERO -/www.huelvainformacion.es

Cristina Sánchez protagoniza ante una nutrida audiencia la segunda jornada del ciclo taurino en la Fundación Cajasol
TORERO o torera. Igual me da el concepto para entender al personaje. Igual da, repito, por tener la oportunidad de escuchar a Cristina Sánchez de Pablos (Parla, 20/02/1972) hablar de aquella Cristina Sánchez actuante en los ruedos durante esas seis temporadas que abarcan desde su debut en 1993 hasta su retirada en el año final de la década de los noventa.
Sánchez habló ayer en un abarrotado salón de actos de la Fundación Cajasol, de los Valores de la Fiesta.
 De sus valores y de la visión personal desde la que contempla experiencias vividas en esa estrecha relación que significan el toro  y su liturgia ,  cuando alguien se ha vestido de luces frente a él.

La introducción al acto corrió de parte del periodista onubense Manuel Jesús Montes, a quien una charla con la protagonista, hace algún tiempo, terminó por hacerle descubrir a un personaje de mucho calado.Cristina vino a Huelva a hablar de valores, lucha, objetivos y sueños. Entre varias cosas más, pero sobre todo de eso. A poner en valor el rito de una Tauromaquia que sigue perpetuando valores máximos como el respeto, la palabra dada o el jugarse la vida por alguien.
La madrileña acaparó el foco principal de un salón en el que se dejaron ver bastantes taurinos de esta Huelva. Los profesionales Emilio Silvera, Francisco Barroso, Jesús Medrano, Pedro Muriel o el novillero Alejandro Conquero, entre otros.
No se prodigó mucho Cristina Sánchez por esta tierra. De una de esas veces escapa la foto de un brindis por parte de Jesús Medrano, actuante junto a ella en la plaza de Aracena y que el propio protagonista quiso regalarle ayer a la torero madrileña momentos antes de que diera comienzo su intervención.
Frases, motivaciones, hitos conseguidos. Todo ello formó parte de una disertación en la que a través de diapositivas fue sirviendo como apoyo al relato de una vida torera que significó un auténtico desafío para aquella chiquilla que con catorce años tiene que contar en casa que quiere ser profesional del toreo."Tenía claro que a quien primero debía demostrarle que podía ser verdad mi sueño, era a mí. Le agradezco a mi padre que después de aquellos primeros éxitos iniciales tuviera la capacidad de bajarme otra vez a la tierra y exigirme duro".
Admiradora confesa de toreros como Julio Robles o el linarense Curro Vázquez, Sánchez hizo un extenso repaso por esos valores perdidos entre esta sociedad de prisas y poco compromiso. Habló desde la perspectiva de madre y esposa de torero. Y de ese reto que supuso volver a vestirse de luces en agosto del pasado año cuando reaparece por un día en Cuenca."Maximino, el empresario, había estado insistiendo durante tres años y siempre dije que no. Pero ese día que me propuso la idea de donar los honorarios para una causa que me llega mucho como es la investigación sobre el cáncer infantil, encontré ese recoveco para comprometerme. Fue como volver de nuevo a empezar a explicarle a todos, familia, esposo, amigos, que quería ponerme delante del toro. A la postre fue la ilusión de mis hijos la que me empujó a hacerlo".
Un vídeo sobre la experiencia de aquel día vestida de luces prologó sobre las imágenes de la mujer comprometida con la lucha contra el cáncer, "Soy voluntaria en la clínica Quirón. Tenía mis miedos por cómo iba a encajar entre esos niños hospitalizados y les puedo asegurar que la experiencia ha terminado por aportarme más a mí que yo a ellos".

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