La descomunal fuerza del toreo

El toreo es el segundo espectáculo de masas de este país. En los medios de comunicación de masas el arte del toreo es residual, demasiadas veces inexistente. Injustamente despreciado. En los medios públicos, el tratamiento marginal de la tauromaquia es vergonzoso. En TVE, la supuesta tele de todos, dan una corrida al año y gracias. 

Una corrida televisada y sin repercutir un céntimo en el sector porque no se pagan derechos de imagen. Casi inexistente también es la Fiesta en los Presupuestos Generales del Estado salvo los irrisorios 30.000 dedicados al Premio Nacional de Tauromaquia. Nacional también es la vergüenza de que se destinen 30.000 al toreo con Mariano y el PP en la Moncloa. Con el PP que defiende la Fiesta, dicen. Seguramente si de Podemos dependieran los Presupuestos del estado al toreo le darían 30.000 menos que el PP. Visto así, tampoco es tanta la diferencia entre defensores y detractores. Sobreviviríamos igualmente. Tan toreros y tan felices.

De las Fallas se extraen conclusiones muy positivas en el apartado económico. En el artístico y en el nivel del toro, que ha fallado en general, las conclusiones se difuminan entre las buenas y las negativas. En el análisis del balance económico, una conclusión muy gratificante es que ha ido gente a los toros. La misma noche de la cremà hablé con Simón Casas, empresario de Valencia, y el rostro reflejaba el deber cumplido y la inversión más que cubierta. La afición, el público y la masa ha acudido a su cita con los toros. Irrumpió los días de postín (el día 17, que se agotó el papel con el fenómeno Roca Rey), los días 18 y 19 se llenó la plaza, los días de menor relumbrón y sin ser festivo ni fin de semana como el jueves 16 con Castella, Perera y Román o en la novillada sin caballos hubo buenas entradas. Y llenazo hasta los topes el día de los recortes aunque eso no es noticia.

Valencia, y también Castellón y el año pasado Alicante con José Tomás, ha demostrado una excelente salud taurina sin entrar a valorar que, en general, el toreo es un espectáculo despreciado, degradado y marginado en los medios generalistas, que son los que hacen calar el mensaje en la sociedad. Consuela detectar -ignoro si es consuelo de tontos- que al toreo le sucede en los grandes medios lo mismo que a los poetas, actores, científicos, investigadores, filósofos, pensadores y todo tipo de gente brillante. Además, la industria del toro siempre ha sido más atento y ha estado más pendiente de los medios del sistema que de los medios generalistas. Grave error y cortedad de miras: la endogamia.

Tiene infinitamente más repercusión social una entrevista como la del otro día de Carlos Herrera a Simón Casas en la COPE que Simón, su gente, sus ferias, sus plazas, sus entrevistas y sus carteles todos los días en los medios del sistema con banners, logos y demás parafernalia mediática. De eso y mucho más también hablé con Simón el 19 por la noche. La revolución de la comunicación en el toreo nunca ha llegado. Aun se publicitan los carteles en calles y bares, aun van furgonetas con megáfonos... Esa guerra la llevamos perdiendo años. El toreo no existe en informativos ni telediarios. De Ponce, Morante o Juli no salen los triunfos de México D.F. como sí salen las canastas y los rebotes de Gasol en la NBA. Y aun así, con tantos factores adversos y en un contexto político, cultural, mediático y moral tan desfasado, la gente va a los toros y el toreo sigue demostrando, pese a trabas endógenas y exógenas al sector, músculo, vigencia y vigor. En Castellón aumentó el abono de la reciente Magdalena un 20%.

Más datos. El domingo en las Ventas se metieron 10.423 personas en una novillada picada. Manolo Vanegas, Ángel Sánchez, que estuvo cumbre, y García Navarrete, que sufrió una cornada terrorífica, en el cartel. Una novillada fuera de feria en Madrid un domingo a las 18 horas cuando ya la primavera se apodera de las terrazas. Y el Real Madrid jugando en el Bernabéu. Pues leen bien: más de 10.000 almas. Esa entrada en una plaza en la que caben 23.798 personas es menos de media pero en Valencia, Castellón o Alicante es el aspecto de una plaza con los tendidos poblados. También el domingo en Murcia, que es plaza monumental, hubo 10.000 personas en el festival a beneficio de la Asociación Española contra el Cáncer. Algún día, dicen, el toreo se acabará. Y el agua del mar se evaporará.

SALVADOR FERRER BAYARRI