Fortes dio una vuelta al ruedo
Como si se tratara de un concurso, a ver quien supera en longitud y en astifinas defensas a los toros de Lagunajanda, así fueron saliendo los seis de ayer en Madrid. Bueno, para quienes gozan con ver semejantes arboladuras me parece una corrida de nota, pero no solo de pitones vive el aficionado cabal. Hombre, hay que acompañar esa exhibición de cornamentas con algo, al menos un cierto porcentaje de casta y bravura. Y de eso ayer no había tanto.
No faltará quien afirme que si el tercero tuvo unas cuantas embestidas o que el segundo, se movió con cierta transmisión (además de meterse por dentro dos o tres veces) o tal y pascual. No, allí había mansedumbre, absoluta falta de casta y una mortecina forma de embestir. Por supuesto que los tres espadas. hambrientos de figurar y necesitados de una orejita en Madrid, se empecinaron en pegar pases, viniera o no viniera a cuento.
Por ejemplo Juan del Álamo en el primero se propuso desafiar a la plaza que le pedía terminar cuanto antes con el absurdo trasteo al mulo que tenía enfrente.
Por ejemplo Juan del Álamo en el primero se propuso desafiar a la plaza que le pedía terminar cuanto antes con el absurdo trasteo al mulo que tenía enfrente.
Fortes recurrió a unas bernardinas angustiosas, pasándose los tremendos pitones del segundo rozando literalmente la chaquetilla en una tarde de mucha verdad incluso en el arrimón final.
Román consiguió los muletazos más templaditos y rematados en el tercero, que lo arrolló de mala manera antes de entrar a matar. En el sexto, un bloque de cemento con cuernos, otro trasteo sin historia.
Madrid, martes 16 de mayo de 2017. Sexta de San Isidro. Toros de Lagunajanda, bien presentados, serios, nobles, bajos de raza y carentes de empuje. Juan del Álamo, silencio y silencio; Fortes, vuelta al ruedo tras petición y silencio; y Román, ovación con saludos y silencio tras aviso. Entrada: Dos tercios. Saludaron tras parear al sexto Raúl Martí y El Sirio. Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Joselito El Gallo
Román consiguió los muletazos más templaditos y rematados en el tercero, que lo arrolló de mala manera antes de entrar a matar. En el sexto, un bloque de cemento con cuernos, otro trasteo sin historia.
Madrid, martes 16 de mayo de 2017. Sexta de San Isidro. Toros de Lagunajanda, bien presentados, serios, nobles, bajos de raza y carentes de empuje. Juan del Álamo, silencio y silencio; Fortes, vuelta al ruedo tras petición y silencio; y Román, ovación con saludos y silencio tras aviso. Entrada: Dos tercios. Saludaron tras parear al sexto Raúl Martí y El Sirio. Al término del paseíllo se guardó un minuto de silencio en memoria de Joselito El Gallo
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