Hace un año, el maestro Dámaso González inauguraba el Museo Taurino de Tarazona de la Mancha en la 28ª edición de las jornadas taurinas que organiza su peña taurina.
Este sábado, y con casi 250 personas que colgaron el “No hay billetes” en el Cine Sanchiz, Dámaso volvió a hacerse presente cuando el pueblo albacetense y todos los aficionados que llenaban el auditorio le rindieron un emotivo homenaje nombrándolo Presidente de Honor a título póstumo.
Antes de ello, los críticos Antonio Lorca y Carlos Crivell presentaron el libro Pepe Luis Vázquez, torero de culto, con presencia incluida de su hijo Pepe Luis.
Con retraso y desde San Fernando, hacía su presencia entre la ovación del auditorio otro de los invitados: Francisco Ruiz Miguel.
También se despachó a placer con las preguntas de los aficionados sin dejarse nada en el tintero: «Me hace gracia que se hable de gestas cuando una figura se anuncia con ciertas ganaderías. Yo he matado 1.425 toros, de los cuales 100 eran de Miura, 89 de Victorino, 36 de Pablo Romero y otras tantas de Murteira. Entonces, ¿cuántas gestas he hecho yo?».
Sincero y copando prácticamente todo el protagonismo de la tarde, Ruiz Miguel añadió que ahora es casi imposible que salga un torero que lidie todo a lo que él se ha enfrentado: «Que salga un torero ahora y toree las corridas que yo he toreado; creo que es imposible aguantar ese tirón».
Añoró tiempos pasadas y cuestionó el actual sistema taurina. No en vano, «antes el único compadreo que debía existir era entre toro y torero; no como ahora».
Asimismo, tuvo palabras también de recuerdo para Victorino Martín, al que tildó de «genio» y como el ganadero «más listo que yo he conocido». Aunque eso sí, también reconoció que la vacada ha cambiado mucho, porque a diferencia de antes ahora los toros «se han endulzado un poco… para bien de los toreros».
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