domingo, 4 de junio de 2023

Cúchares, el torero que dio nombre a su arte

Es el título de la primera biografía del diestro de San Bernardo, un torero que revolucionó la tauromaquia a mediados del siglo XIX, e impuso un nuevo modelo de corrida en el último tercio, a fin de entretener a los públicos antes de la suerte final, según sus propias palabras; por esta razón, desde entonces a la tauromaquia se la conoce como “el arte de Cúchares”.

El libro, escrito por el periodista sevillano Santiago Sánchez Traver, un profesional con una dilatada trayectoria y actualmente director de Portal Taurino, la web más veterana del sector, es un volumen de casi 500 páginas que recoge toda la trayectoria profesional y personal del torero, figura indiscutible durante tres décadas, sus temporadas en Madrid, Sevilla y otras plazas, sus desplazamientos, anécdotas y el relato de su muerte en La Habana, así como los recuerdos que de él quedan. La obra incluye una completa cronología taurina de todos los festejos en los que intervino, año por año, en su carrera.


Esta biografía del diestro Francisco Arjona Herrera Curro Cúchares se edita con motivo de la celebración del bicentenario del nacimiento del maestro, que se celebró en el salón de carteles de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla en junio de 2018, al constatarse que no existía un tratado biográfico de un torero tan importante para la historia y el desarrollo de la tauromaquia.

Cúchares nació en 1818 en Madrid, donde toreaba su padre, el banderillero Costuras, aunque se crió, como toda su familia, en el barrio sevillano de San Bernardo, origen de toda su ascendencia paterna y materna. Murió en La Habana a los 50 años, a donde fue a torear y no llegó a hacerlo al enfermar de vómito negro. Allí fue enterrado, y 17 años después sus restos volvieron a Sevilla y reposan a los pies del Cristo de la Salud, de cuya cofradía fue hermano mayor.

Fue un torero descendiente por parte materna de la más amplia saga taurina del siglo XVIII, los Rodríguez, pues de ellos salen, entre otros, toreros tan importantes como su tío abuelo Costillares y su tío Francisco Herrera Rodríguez Curro Guillén, hermano de su madre.


Fue Francisco Arjona Herrera una figura fundamental de la tauromaquia durante 35 años del siglo XIX, y mandó en el toreo especialmente después de la temprana muerte de Paquiro y El Chiclanero, pues se quedó solo en la cúspide del toreo, hasta que llegaron, ya en los sesenta, los de la siguiente generación que lideraron Lagartijo y Frascuelo, una vez retirado su propio yerno, Antonio Sánchez El Tato.

Según Sánchez Traver, lo que hace fundamental el toreo de Cúchares es que es el primero que empieza a torear en redondo, montando la muleta sobre la espada, pues hasta entonces los diestros salían directamente a matar con la espada en la derecha, y él decide que hay que salir a divertir y entretener al público antes del momento supremo, lo que no fue bien entendido al principio.


El libro hace un recorrido completo por su trayectoria taurina, y muestra, a través de la investigación hemerográfica directa, la mayoría de sus intervenciones en las distintas plazas de España, Portugal y Francia, en especial las temporadas completas en la plaza de la Corte madrileña y los festejos en el coso de la Maestranza sevillana, así como la gran cantidad de plazas que inauguró, pues en estos años se construyeron las primeras plazas de obra importantes en España.

No hay comentarios:

Publicar un comentario