lunes, 19 de junio de 2023

LA VOZ DE LA AFICIÓN

 


La Asociación El Toro de Madrid en el programa de Hispanidad Radio

Acabamos de presenciar, y de sufrir, una de las peores ferias de San Isidro que se recuerdan. Nosotros no valoramos esto por el número de orejas cortadas, al estilo de la de mayoría portales digitales y medios escritos, como si los toros se pudieran comparar con el golaveraje de un equipo de fútbol.
 No, los aficionados tenemos otros intereses, buscamos la emoción y la autenticidad, y como sucede desde hace un tiempo a esta parte, estamos en las antípodas de los caminos que siguen los taurinos y, de la manita de ellos, los medios de desinformación taurina. Cuando los aficionados mostramos nuestro descontento con San Isidro se refiere, principalmente, al factor toro
 Porque esto es lo primero que entra a valorar el aficionado cuando afronta una tarde en Las Ventas, ya saben, sin toro nada tiene importancia. Y este San Isidro intempestivo nos ha traído todo un abanico de corridas mal presentadas, sin el trapío que Madrid requiere y demanda.
 Algunos remiendos, y muchos más que deberían haber sido, los ejemplares más fuertes que muchas veces han ido para atrás cuando estaban las figuras por medio, en fin, una verdadera vergüenza lo que hemos vivido esta feria y, para más inri, con el oscurantismo que caracteriza al mundo del toro, ocultando lo que sucede con las reses en los corrales, cuáles y por qué se rechazan, actas que no se hacen públicas, o anunciando las modificaciones a ultimísima hora para que se devuelvan las menos entradas posibles.

 Al factor toro hay que añadir el no menos importante factor tercio de varas porque, claro, si no hay toro-toro no hay tercio de varas posible, una cosa está relacionada con la otra. Con la permisividad de los equipos presidenciales de nuestra plaza lo de las puyas se está convirtiendo en un teatrillo los días de ganaderías  toreristas , como si estuviéramos en una de esas plazas de tercera donde los profesionales taurinos hacen y deshacen a su antojo: echan los toros arreglados, no los pican, ponen solo dos pares de banderillas, tiran los toros al suelo después de la estocada e impiden que sean arrastrados hasta que los presidentes no conceden las orejas… más o menos en lo que se está convirtiendo Madrid. 
Lo de los presidentes venteños es una cosa tremenda, desmoralizadora. Transmiten un desconocimiento y una falta de criterio evidentes, e ignoran los usos y costumbres de nuestra plaza. 
Sobre la cordura y el juicio de los presidentes recae gran parte de la salud de la fiesta, la salvaguarda de Madrid como plaza más importante del orbe y, ciertamente, todo esto lo están tirando por la borda. No se puede tolerar el simulacro en varas unos días y permitir que otros se machaquen los toros porque hay pánico por el hierro, es injusto; no saben reconocer una pañolada de Madrid en la que se pide el trofeo, la mayor parte de ellos se han concedido con minorías; las puertas grandes que ha habido no han convencido ni una; no se pueden sacar el caballo si el toro no está fijado; no se pueden aprobar toros sin trapío o con las puntas redondeadas; etcétera.
 El tema de las astas de los toros, he aquí el gran anatema del mundo del toro. Lo que estamos viendo en plazas de primerísima que hasta no hace mucho eran respetadas y se salvaban en gran medida de los abusos de los taurinos, es una auténtica tomadura de pelo.
 En un tiempo, hemos pasado de que algunos denunciasen que en Madrid los pitones eran afilados (que también es manipulación) a que los toros hayan cambiado las puntas por una bolita, ¿es que, de repente, los toros ya no tienen pitones terminados en punta?, no nos lo creemos.

 La manipulación de las astas de los toros, un fraude que ahora también vemos que se hace con descaro en Madrid. Esto es intolerable y nunca dejaremos de denunciarlo, de hecho en abril escribimos una carta que pueden leer en este boletín poniendo de manifiesto el problema y exponiendo algunas soluciones, nadie nos ha respondido, da igual, seguiremos dando la batalla. Plaza1 entró con buen pie en nuestra plaza y al principio estábamos contentos con ellos, pero, como estamos contando, todo se ha ido torciendo. Entre los motivos que arguyeron por la subida de precios dijeron que, a cambio, iban a potenciar la temporada y estamos viendo que esto es una absoluta y completa mentira. Los más inocentes pensaban que, ahora sí, iban a comprar cabezas de camada y ya ven lo que estamos viendo.
 La primera parte de la temporada antes de la feria ha tenido un planteamiento desastroso que para nada se corresponde con las promesas que hicieron, carteles paupérrimos, cambios de ganaderías a última hora, novilladas en las que la mayoría de novilleros vienen a debutar a Madrid y a las que, incomprensiblemente, también les han aplicado subida de precios...

 Otra promesa fue la de solucionar el caos de la discoteca y la problemática que genera la evacuación de la plaza a la par que entran centenares de jóvenes al coso, pues el problema sigue igual y si no se ha manifestado tanto ha sido por el clima que hemos tenido. 
El Batán, cuya apertura nos dio una inmensa alegría, ha tornado en un lugar en ruinas en el que exponen novilladas y ¡corridas de rejones! porque los ganaderos se niegan a ir y, visto lo visto, lo cierto es que tienen mucho que ocultar. 
Ni la empresa ni la Comunidad informan de las ganaderías que se exponen y, como se preveía, eso de que iban a llevar el 50 % de las corridas al Batán se ha convertido en un caos. Menos mal que vino Victorino Martín el último día de feria a poner las cosas en su sitio con una señora corrida de toros y, a pesar de todo lo sufrido previamente, a dejarnos con buen sabor de boca.

 Disfruten de esta nueva publicación de La voz de la afición, defiendan la categoría y la honra de la Plaza de Madrid, nos vemos de nuevo en la Feria de Otoño.

 @ATorodeMadrid

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