lunes, 25 de diciembre de 2023

LA TARDE INOLVIDABLE


 

Las claves de 2023: Morante de la Puebla corta un rabo en Sevilla

La segunda Puerta del Príncipe del genio de La Puebla del Río

El 26 de abril de 2023 es una fecha que quedará marcada en la historia del toreo para siempre. Una tarde en la que el genio de La Puebla del Río culminaba su gran faena la Maestranza. La más rotunda y completa, a un rabo a un toro de Garcigrande,  en propiedad de Concha Hernández, de nombre ‘Ligerito’. 52 años habían pasado desde el último rabo cortado en Sevilla. El último fue Ruiz Miguel en la feria de abril de 1971 a un toro de Miura. Y el próximo en conseguir dicha gesta tras tantas décadas no podía ser otro que no fuera José Antonio Morante de la Puebla, el más grande de la historia. 

Como lo contamos ese mismo día, salió al ruedo el cuarto de la tarde, de nombre ‘Ligerito’, número 82, negro, nacido el 12/18, con 515 kilos. Un toro de buenas hechuras, con armonía y bajo de manos, que estaba destinado a formar parte de la historia de la tauromaquia. Con dos faroles muy pegados a tablas lo recibió Morante. Dos lances para recibirlo que pasaron a una decena de verónicas de mano baja, con el mentón hundido en el pecho y una profundidad y hondura fuera de lo común. Antes de salir el toro de la media verónica de remate, la música empezó a sonar.

Se llevó al animal al primer encuentro con el caballo cuajándole con el capote, como desde que salió por chiqueros. Tras su primer encuentro en el peto, el diestro se lo sacó a los medios y dejó unas tafalleras para el recuerdo. Para quedarse en el sitio, embrocar y templar con trazo de muletazos. Como el mejor natural jamás descrito. En línea curva, reduciendo la embestida. Cada vez más despacio, más profundo. Con menos capote. Tras un quite a la verónica de Diego Urdiales, el cigarrero volvió a ponerse delante de la cara del toro y hizo un quite por gaoneras lleno de armonía, echando la pierna adelante. El capote de Morante de esa tarde quedará en los anales de la historia. 

La faena de muleta la comenzó con unos ayudados por alto. Se sacó a ‘Ligerito’ a los medios. De menos a más la faena, Morante tiró con suavidad de la embestida del astado, que embestía con el pitón de adentro, al igual que en el capote. Muletazos muy rotos, siempre hundido en la arena, entregado en la suerte, con todo el peso del cuerpo sobre la pierna de salida. El toreo a la plenitud. No se puede torear mejor, ni tampoco más ceñido. Cada serie mejoraba a la anterior. Sevilla jaleaba cada muletazo. Se entregó el de La Puebla del Río en el final por naturales de frente, en los que la pureza se mantuvo. Con la espada, en corto y por derecho remató su bella obra. Dos orejas y rabo para el genio, y vuelta al ruedo al gran ‘Ligerito’.

Este ha sido el gran hito y el culmen de su temporada. Un 2023 que pintaba de maravilla y en el que se preveían cosas magníficas de Morante de la Puebla, pero que no se pudieron dar por culpa de las lesiones. Una cogida en Badajoz el 24 de junio propició una serie de lesiones y molestias, centradas en la muñeca derecha, durante lo que restó de año, que le hicieron cortar su temporada y ausentarse de citas importantes marcadas en su calendario, como Madrid, Sevilla, Valencia, Zaragoza… Sin embargo, su corta temporada dejó para el recuerdo de todos los aficionados uno de los hitos más importantes de la historia de la Tauromaquia: su rabo en la Maestranza aquella mágica tarde del 26 de abril de 2023. 

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