jueves, 28 de marzo de 2024

El 29-M de Fandiño

  



Aquel día se dirimía el propio futuro de la tauromaquia.

Ni una sola figura se había atrevido antes a semejante hazaña: Iván Fandiño, con seis toros de seis ganaderías míticas en la plaza en la que late el corazón de la Fiesta. 

El 29 de marzo de 2015 se aceleraron las pulsaciones de partidarios y detractores del matador vasco. Porque todos, absolutamente todos, sabían que estaba en juego mucho más que la gloria o el fracaso de Fandiño.

Tan solo el hecho de anunciarse y abarrotar la Monumental, con una pasión tan distinta a otras tardes de «No hay billetes» , tan única, era ya una victoria. ¿Cómo será verse con toros de Partido de Resina, Adolfo Martín, Cebada Gago, José Escolar, Victorino Martín y Palha? Solo recordarlo impone. Nadie lo había hecho ni nadie lo ha vuelto a hacer.

Fandiño no fue un héroe derrotado aquel 29-M; Fandiño planteó la mayor proeza del siglo XXI, todo un compromiso con la afición, la cabaña brava y la torería. Removió las fichas del tablero de intercambios, tambaleó los muros del poder, pero no pudo derribarlos. La apuesta salió cruz.

Fandiño quería repetirlo, y de ello deja constancia su apoderado, Néstor García , en su libro «Mañana seré libre», la obra taurina más vendida de esta época sin ninguna editorial detrás. 

Por el camino independiente, el que siempre trazaron juntos, el que tanto escasea hoy. Apenas queda gente libre ya.

Ellos lo fueron, con la lealtad como única compañera. «Apoderado, antes de irnos, tenemos que volver a Madrid con seis toros de aquellos, no me puedo ir sin volverlo a intentar», le decía el León de Orduña a su mentor.

Esa cita con la Historia no pudo repetirse. Su máxima de morir libre se cumplió antes de que saliera el último toro de su vida. Lo demás ya lo conocen… 

Iván Fandiño es leyenda.



Por Rosario Pérez – ABC.

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