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miércoles, 24 de abril de 2024

Triunfo olvidado

 


Guarda el toreo casos de difícil explicación en un arte caracterizado por la verdad en el ruedo. Con los fallos de los principales premios de la reciente finalizada Feria de Abril de Sevilla, hay un nombre olvidado en todos ellos: Miguel Ángel Perera. El diestro extremeño no aparece en ninguna mención después de lograr la Puerta del Príncipe con más argumentos del serial. La más rotunda.

Fue una tarde de Miguel Ángel Perera de plenitud de un torero perfecto en su técnica, capaz de dominar o de templar al toro en perfecto control de alturas, distancias y trazos. ‘Lleva Miguel Ángel Perera 20 años de alternativa buscando el privilegio con el que siempre soñó Jaime de Armiñán -recuerdo en el día de su fallecimiento-: mirar a La Maestranza con el estatus de poder decirla «mi reina». 

Un reino del toreo en el que Miguel Ángel Perera entró como un príncipe de 20 años. Dos décadas después, el extremeño se ha convertido en torero de alturas y trazo magnífico. Capaz de potenciar las virtudes de sus oponentes, dentro de una corrida de El Parralejo que hubiera pasado casi inadvertida sin él en tono ganadero. Una faena de esfuerzo grande y otra de acople perfecto a un buen toro, para mirar al Guadalquivir de la misma manera que siempre soñaba Juncal’, escribió Javier Jiménez en su crónica. 

Anda el toreo camino de perder el buen gusto y no puede permitirse separarse de la justicia y de la memoria. Es verdad, que la Feria de Abril contó con muchos argumentos, -con el nombre de Juan Ortega a la cabeza en esa lucha por el trono por su faena de dos orejas-, pero el nombre protagonista de la Puerta del Príncipe más rotunda no puede evaporarse en los premios. Son de esas casos extraños en el toreo, que no pueden pasar inadvertidos. 

martes, 23 de abril de 2024

Un exitazo...

 


Siete tardes de ‘no hay billetes’ de un ciclo de 15 festejos en la Feria de Abril a los precios que están los toros en Sevilla —40 euros el tendido de sol, 93 el de sol y sombra, y 108 el de sombra— es señal inequívoca de que la tauromaquia sigue vida y coleando a pesar de sus muchos y graves problemas internos y tantas oleadas de antitaurinismo activo. Esta y no otra es la feliz noticia: que la fiesta de los toros goza de buena salud de cara a la galería, y concita la atención de muchos miles de espectadores.



Los que han asistido a los festejos de la Feria de Abril de Sevilla se lo han pasado pipa: 32 orejas han paseado los toreros de a pie —más las dos del rejoneador Diego Ventura—, un récord en los últimos 20 años. Se han celebrado 84 faenas, se han cortado orejas en 26, la Puerta del Príncipe se ha abierto en tres ocasiones (Perera, Luque y Roca Rey), y a los dos toros (uno de El Parralejo y otro de La Quinta) se les ha dado la vuelta al ruedo.

Un exitazo, que supera todos los datos desde 2004. En esa feria, por ejemplo, solo se cortaron 11 orejas en 96 faenas; en 2014, la feria más pobre, solo 5, pero la media ha estado entre los 13 y 14 trofeos por feria, y es a partir de 2016 cuando aumenta el número de triunfos: 21, 15, 18, 16, 26 y 28, respectivamente desde ese año hasta 2023, exceptuando los dos de la pandemia.

Los primeros jurados, el de la Real Maestranza y Puerta del Príncipe, han coincidido en reconocer a Daniel Luque como triunfador del ciclo, y a Juan Ortega como autor de la mejor faena; junto a ellos figuran Emilio de Justo, mejor estocada; mejor toreo de capa, Pablo Aguado; mejor rejoneador, Diego Ventura; mejor subalterno a pie, Curro Javier; mejor subalterno en banderillas, Iván García; mejor picador, Juan Francisco Peña; mejor corrida, Santiago Domecq, y mejor toro, Tabarro, de este mismo hierro.

El jurado de Puerta del Príncipe acordó una mención especial a Manuel Escribano por la gesta que protagonizó el 13 de abril ante los toros de Victorino Martín. Asimismo, también se le ha concedido el premio taurino “al detalle para el recuerdo”, y el premio “a la mejor lección taurina” del colectivo juvenil Aula Taurina.




Todos contentos; el empresario porque, con toda seguridad, habrá alcanzado un legítimo beneficio; los toreros, confiados todos ellos en que las orejas tendrán una alta rentabilidad; y el público, que ha justificado con creces el buen dinero que ha debido pagar en la taquilla.

Pero, claro, el éxito también tiene su precio. Bueno, bonito y barato no es lo habitual. La Feria de Abril ha ganado en número de espectadores y en tardes divertidas, pero ha pagado el peaje de una tauromaquia menos íntegra, menos profunda, más triunfalista, más bullanguera…

Es el signo de los tiempos. No solo la tauromaquia pierde hoy parte de su esencia en beneficio de la caricatura y de la diversión que impone lo políticamente correcto en una sociedad superficial ajena las exigencias de lo que debe ser la fiesta de los toros.




En Sevilla ya no hay afición.

Entiéndase: hay mucha gente, sevillana y foránea, a la que le gusta ir a los toros, pero esa sabiduría que definía a varios sectores de La Maestranza, hacia donde el palco presidencial dirigía su mirada a lo hora de mostrar pañuelos blancos, esa se ha perdido para siempre. Se ha perdido el toro de Sevilla, y lo que ha visto este año, en líneas generales, han sido encierros anovillados que no han despertado más allá de alguna protesta aislada y rápidamente silenciada por la mayoría.

Se ha perdido (hace tiempo que desapareció) la suerte de varas, y muchos aplauden sin rubor cuando el picador no cumple con su función; los mismos que exigen la devolución de un toro manso. Y se ha perdido la autoridad presidencial. Hace unos años, los mismos que hoy presiden, se esforzaban en mantener el prestigio de una plaza que presume de ser madre y maestra de la tauromaquia. Hoy, han tirado la toalla, y se han plegado a los deseos de los políticos (diversión ante todo, no al conflicto) y de la mayoría bulliciosa.

Al menos, queda la fiesta; caricaturizada, menos íntegra, menos pura (menos toros con trapío, menos toreros artistas y heroicos, menos aficionados y menos autoridad de quienes la ostentan), pero viva. 

Los tiempos cambian que es una barbaridad; y si alguien tiene alguna duda, que dirija su mirada a las plazas de toros. Lo que está sucediendo con la fiesta de los toros en Sevilla no lo reconoce ni el que el que la fundó.

La sapiencia ha muerto.

 ¡Viva la fiesta de los toros!


ANTONIO LORCA

https://elpais.com/cultura/2024-04-23/feria-de-abril

lunes, 22 de abril de 2024

TERTULIA ABRILEÑA

 

Penúltimo  programa del mes de abril en Hispanidad Radio Toros. 
Resumen en amena tertulia sobre el festejo de Palos de La Frontera con la participación del periodista Carlos Arroyo de la agencia EFE de Huelva y dos grandes aficionados como J.M Pérez "Marín " y Alfonso Leandro que desgranaran también la feria sevillana  recién acabada.

miércoles, 17 de abril de 2024

Por los Terrenos del Toro


 Nos vamos con Curro Diaz y David de Miranda de Tentadero a Comeuñas (Cuadri) de cara al mano a mano del de Linares y el Trigueros con los del hierro de la H del día 20 de Abril en Palos de la Frontera, además nos encontramos con un novillero catalan, Hugo Casado, ayudado por Juan España y conocemos la corrida de Cuadri con Rifador, Navegoso, Capitán, Nadador...

martes, 9 de abril de 2024

UNA TARDE DE BRAVURA

 

 Una excelente corrida de Santiago Domecq


David de Miranda le corta las orejas a un quinto de particular calidad y deja sello de su valor y su peculiar estilo

Sevilla, martes, 9 de abril de 2024. 3º de abono, Primera de la serie seguida de la Feria de Abril. COLPISA, Barquerito). 4.500 almas. Primaveral. Dos horas y media de función. Seis toros de Santiago Domecq. José Garrido, oreja y silencio tras aviso. David de Miranda, saludos tras aviso y dos orejas tras aviso. Leo Valadez, de México, silencio y palmas.

FUE UNA CORRIDA muy completa de Santiago Domecq. En primer lugar, por sus armónicas hechuras, mejor rematados los tres últimos que los tres primeros. Y, luego por sus muchas virtudes, las propias de la bravura: prontitud, fijeza, nobleza, las tres en grado muy llamativo. La manera de galopar y de darse, el vivo brío de las embestidas, la más que aceptable aunque desigual entrega en el caballo y lo que se llama el estilo de un toro, todo eso tuvo el sello privativo y distintivo de ganadería mayor. La palma se la llevaron los tres toros de la segunda mitad: un encastado cuarto que atacó en varas con fiereza y persiguió en banderillas con particular celo, un quinto de son realmente singular y un sexto de ritmo sobresaliente.

Malherido por un segundo puyazo trasero muy lesivo, el cuarto se resintió del lanzazo pero sin dejar de embestir. Las embestidas del quinto, que se fue a tablas muy a última hora, se corearon debidamente. Pese a ser toro menos celebrado que el quinto, para el que se pidió el indulto masivamente, el sexto fue de muy buena nota. El temperamento del segundo de corrida, que rompió en la muleta sin precio aviso, se sumó al éxito redondo de la ganadería. Muy noble el primero, que se apagó ligeramente al cabo de cuatro tandas. Codicioso y listo el tercero, el único colorado del envío y el de peor nota en el caballo. El final de corrida se vivió como una fiesta. Con voces reclamaron la presencia del ganadero, que saludó en pie desde su asiento en un tendido de sombra. La ovación, rendida y espontánea, vino a compensar la racanería del palco presidencial, que negó al quinto toro una más que merecida vuelta al ruedo en el arrastre. La vuelta habría sido un clamoroso colofón.

Con un lote de formidable calibre -el temperamental segundo y el magnífico quinto- se hizo sentir y se dejó querer David de Miranda, que debutaba en la Maestranza al cabo de siete años y medio de alternativa. Desigual el toreo de capa -en el haber, un valeroso quite por gaoneras en el segundo y solemnes verónicas en el saludo del quinto- y francamente logrado el toreo de muleta en dos versiones distintas. En las dos, la nota común de la verticalidad, la firmeza, el desmayo natural y no impostado, el buen juego de brazos, el secreto poder del temple. El toreo rodilla en tierra -en la apertura de las dos faenas- fue de calidad en los dos turnos. Los cambios de mano en esos dos mismos turnos fueron lindos remates y golpes de sorpresa. La manera de acoplarse y reunirse con las embestidas del quinto desataron pasiones. No tantas pero no pocas la segunda mitad de su trasteo seguro, arriesgado decidido con el muy interesante segundo de la tarde. Una estocada ladeada y ocho descabellos entonces. Un pinchazo y una comprometida estocada tendida de la que salió con la bragueta de la taleguilla rota fueron la rúbrica de la faena de mayor clamor. Mucha gente de Huelva y Trigueros, su tierra, en los tendidos. Se hicieron sentir.

José Garrido, excelente como suele con el capote clásico -la verónica embraguetada-, estuvo firme, entregado y serio con el bondadoso primero, que toreó sin pruebas y ligó sin perder pasos. Encajado, hizo valer su autoridad de torero capaz con el cuarto, pero en faena que perdió pronto el hilván. Nervioso en su debut en Sevilla, el mexicano Leo Valadez no se entendió con la codicia revoltosa del tercer toro y acreditó su oficio resuelto con el gran sexto pero en trabajo a menos, algo corto de ambición o ideas.

TARDE DE RECOMPENSAS

 



lunes, 8 de abril de 2024

EL DÍA ANTES...


 Paseíllo de radio en las ondas de la emisora onubense en las previas a la gran cita maestrante del diestro triguereño David de Miranda. Una jornada histórica  para la mayoría de  los aficionados que sintonizan el dial HR.

Y también contaremos la original presentación  que la empresa taurina de Buendía ha programado para el festejo palermo de San Jorge presumiblemente con los toros de Cuadri,  que ya es un triunfo.

Haremos las pertinentes  crónicas del primer envite de la cartelería  sevillana que comenzó este domingo pasado, de la novillada sin caballos  de Cortegana y del acto de la Peña de Palos de La Frontera