domingo, 22 de abril de 2012

La Maestranza despide con honor a El Fundi


  • Indecorosa corrida de Garcigrande elegida para Morante


FERIA DE SEVILLA
Plaza de la real Maestranza. Novena corrida. Lleno
21/04/12.
Toros: GARCIGRANDE/HERNÁNDEZ, de muy pobre juego en general y de aspecto anovillado .
Toreros
EL FUNDI: de celeste y oro. Estocada (silencio). Pinchazo y estocada (vuelta) .
MORANTE DE LA PUEBLA: de vainilla y azabache. Media estocada delantera (pitos). Media estocada atravesada y dos descabellos (silencio) .
SEBASTIAN CASTELLA:de negro y oro. Estocada caída (silencio). Estocada (silencio) .
El Fundi se despedía de Sevilla y la Maestranza le dedicó una gran ovación después del paseillo. Justicia absoluta en ese homenaje a quien se ha jugado la vida en esta plaza con las durísimas corridas de Miura. El torero correspondio con una actuación sabia y que en el cuarto toro resultó una lección de maestría y madurez, metiendo en la muleta a un toro descastado que terminó por claudicar ante la muleta de El Fundi.
 La presidencia, tan generosa con las figuras, le negó una oreja legítima que habría cerrado con honor el adiós de un maestro.
Una novillada de Garcigrande para Morante de la Puebla. Vaya descaro y qué manera de devaluar a un torero que ha demostrado siempre que no necesita de estas facilidades para circular por el toreo. No, Morante tiene valor como ha quedado patente en compropmisos muy fuertes en Madrid y Bilbao. Pero en su actual etapa le han convertido en un torero de toro chico y, tal vez, billete grande, como se comenta entre los taurinos.
Lo cierto es que ayer tuvo enfrente una corrida indecorosa que los veterinarios pasaron en una demostración flagrante de compadreo o, vaya usted a saber, si tuvieron que someterse a presiones. Lo cierto es que Morante, para colmo, se llevó un lote manso, dos mulos a los que liquidó en un plis plas entre el disgusto de la gente.
Ahora a esperar la de Cuvillo del jueves a ver si sale ese toro que se deja y arregla el entuerto. Lo cierto es que este Morante de ahora es un torero que va perdiendo crédito entre los buenos aficionados a punta de matar gatadas como la de Sevilla.
Sebastián Castella se dejó ir el lote más potable. Una actuacion espesa, en la que pegó pases pero no toreó. Un recital de trapazos insoportables para desesperación de los que casi llenaron la Maestranza, aunque muchos se evitaron el tostón del último toro porque prefirieron irse a ver el Barça - Madrid. Desde luego los madridistas acertaron doblemente
 

 

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