Tal día como hoy... 22 de Mayo 1972

Después de treinta y seis años, se corta un rabo en Madrid...

Sebastián Palomo Linares corta las dos orejas y el rabo en la plaza de Las Ventas, al toro "Cigarrón" de la ganadería de Atanasio Fernández. El premio no dejó indiferente a nadie y dio paso a una gran polémica entre los aficionados de la capital.

La duodécima tarde de la feria de San Isidro de 1972 estaba llamada a pasar a la historia del toreo.

Se recuerda aquella corrida en la capital por el rabo que Sebastián Palomo Linares le cortó al toro lidiado en quito lugar, de nombre "Cigarrón" , número 21, negro meano, que pesó 561 kilos y estaba marcado con el hierro de la ganadería salmantina de Atanasio Fernández.

Pero aún sin haber llegado a concederse dicho premio, la tarde igualmente, hubiera generado polémica por el altísimo número de trofeos concedidos desde el palco que presidia el comisario Panguas, destituido días después tras los anatemas lanzados por varios sectores de la afición venteña.

Andrés Vázquez, Palomo Linares y Curro Rivera se repartieron nueve orejas y un rabo de un encierro bajo de casta y apagado en la muleta.

La faena de Palomo al quinto toro, había tenido más poso y mejor trazo en los muletazos de lo que el linarense acostumbraba.
Comenzó su labor muletera con ambas rodillas en tierra ganado siempre terreno hasta los medios. No bajó el diapasón de la faena en ningún momento y la plaza un auténtico hervidero.
Eran claras las dos orejas como premio si el torero acertaba con los aceros.
Se tiró decidido y salió trastabillado del encuentro, llegando a perder el equilibrio y reponiéndose de manera inmediata con gestos de raza que llegaron al tendido, un tendido eufórico y entregado a los toreros a esas alturas de la tarde, que pidió con fuerza la oreja, concedida sin ninguna perdida de tiempo por el señor usía, que tampoco dudó en sacar el segundo pañuelo instantes después.
Continuó la petición y el tercer pañuelo presidencial ordenaba al alguacilillo cortar el rabo del toro de la divisa salmantina para que de esa forma Sebastián Palomo Linares se convirtiera en el tercer torero que conseguía los máximos trofeos en el coso de Madrid.
Hacia treinta y seis años que Antonio Bienvenida había cortado el último rabo en plaza de Las Ventas y nadie lo ha vuelto a conseguir hasta el día de hoy.