Tremenda corrida de El Montecillo y cogida grave de Paco Ureña
La emoción ha vuelto. Lo de ayer nos redime de tanta miseria de las llamadas figuras y sus corridas de diseño. Ayer salió el toro que pone a cada uno en su sitio. No será la más brava, ni la que se lleve los premios, pero la corrida de El Montecillo ha protagonizado una tarde en la que más de veinte mil espectadores estuvieron pendientes de cada movimiento, de cada lance, de cualquier detalle, porque se palpaba el peligro, el riesgo inminente de la cogida. Era la tarde del salario del miedo, no la del súper contrato de la engañifa.
Tres toreros de cuerpo entero se pusieron delante de los impresionantes pitones de la corrida. Uno de ellos, Miguel Abellán ofreció un espectáculo de entereza, de torería y de saberse torero. De entrada, al citar de largo a esa especie de locomotora con cuernos que fue el primero de la tarde, fue literalmente arrollado por aquel vendaval. Cogida tremenda de la que salió hecho un guiñapo pero con arrestos para seguir delante del toro, que hacía hilo y buscaba las femorales con saña.
A pesar de la paliza recibida salió de la enfermería para matar al cuarto. Abellán se entregó en una faena hermosa por lo auténtica y en la que cuajó series sobre ambas manos con la verdad y el temple por delante. Una estocada de ley y una oreja, de esas que se arrancan a base de redaños y vergüenza torera. Abellán no tiene que ser el de un show televisivo, sino el de mira quien se la juega de verdad
Paco Ureña que liquidó pronto al enterado segundo toro, compuso muletazos firmes e im pecables en el quinto, pero en un lapsus fue cogido y el toro no le perdonó hiriéndole en la parte posterior del muslo derecho e infringiéndole una cornada de 25 centímetros que afecta al nervio ciático. Sin embargo Ureña tuvo entereza para matar al toro e irse por su pié a la enfermería.
El mexicano Adame pasó un calvario con el tercero, un toro artero de aviesas intenciones, pero no se arrugó hasta estoquearlo. El sexto era agresivo, embestía con la cara por las nubes y Adame se plantó firme para dar la talla de su valor y sin pestañear robarle al toro unos muletazos de muchísimo mérito. Tarde de toros como las de antes.FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, vigésima segunda de abono. Tres cuartos de entrada. Toros de
El Montecillo, bien presentados. De geniudo y pechugón movilidad el primero; informal y deslucido el segundo; orientado y con peligro el tercero; incierto y deslucido el cuarto; repetidor sin clase y con áspero peligro el quinto; informal y deslucido el manso sexto.
Miguel Abellán (blanco y plata): ovación tras aviso y oreja tras aviso.
Paco Ureña (caña y oro): silencio y ovación.
Joselito Adame (grana y azabache): silencio y ovación tras aviso.
INCIDENCIAS:
Miguel Abellán ha pasado a la enfermería tras estoquear al primero de la tarde para ser revisado de las posibles consecuencias del percance sufrido durante la lidia de este primer toro, así como de un derrote a la altura de la axila izquierda. Las primeras informaciones que salen de la enfermería apuntan a que ha sufrido una patada en la cabeza y otra en el riñón, del que ha sido intervenido recientemente por un cólico nefrítico y en el que lleva un catéter puesto, además de un puntazo en la axila izquierda.
Permanece tumbado en una camilla, mareado y con muchas molestias en la axila. Según declaraciones de la cuadrilla, Miguel va a correr turno y saldrá a torear al quinto de la tarde.
PARTE MÉDICO de Miguel Abellán , firmado por el Dr. García Padrós:
Traumatismo craneoencefálico en observación con constantes mantenidas contusión en tendón del músculo pectoral mayor izquierdo. Contusiones múltiples.
Paco Ureña ha pasado a la enfermería por su propio pie tras estoquear a su segundo, con una cornada en la parte posterior del muslo izquierdo. El percance se produjo en un enganchón al final de la faena de muleta y, a pesar de estar herido, Paco ha rematado su faena y estoqueado al animal, siendo ovacionado ya camino de la enfermería.
PARTE MÉDICO de Paco Ureña, firmado por el Dr. García Padrós:
Herida por asta de toro en cara posterior de muslo izquierdo con una trayectoria ascendente y hacia fuera de 25cm. de longitud que alcanza trocanter mayor izado produciendo destrozos en musculatura isquiotibial, vasto externo y glúteo medio que contusiona nervio ciático. Pronótico grave. Es trasladado al Hospital Virgen del Mar de Madrid.
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