Sinfonía al natural de Ángel Sánchez y cogida espeluznante de García Navarrete
Una actuación muy solvente de Manolo Vanegas.
Entradón y faenón, dos vértices de la segunda tarde de la temporada en Madrid, que, todo hay que decirlo, va viento en popa. A pesar de que esta época y su tiempo destemplado no invita a ir los toros, la plaza de Madrid registró una entrada soberbia. Sin duda la más que acertada campaña de publicidad (¡ya era hora!) está dando sus frutos y la gente responde. Y la buenísima entrada tuvo su premio con una tarde en la que el toreo por naturales lució en toda su grandeza.
El artífice de ese faenón por naturales se llama Ángel Sánchez, un chaval de Alcobendas que apenas se ha visto anunciado en los carteles durante las temporadas que lleva con caballos. Pero en su presentación en Madrid (aunque ya había actuado sin picadores en 2012 en la promoción de Camino hacia Las Ventas) ha puesto la plaza boca abajo en el quinto y excepcional novillo de la desigual novillada de La Quinta. El toreo al natural de temple infinito, de pasmosa lentitud y de incuestionable hondura ha conmocionado a la gente. Una faena que abrochó con trincheras de cartel. Tenía la puerta grande en su espada y, ¡ay!, tres pinchazos antes de una estocada se la cerraron.
La vuelta al ruedo, de las de verdad, ha sido un parco premio para tanta belleza. En su primer novillo el chaval ya dejó su sello de firmeza, muy por encima del alevoso sobrero de San Martín. El venezolano Manolo Vanegas, que pronto tomará la alternativa, demostró que está sobrado de sitio con el novillo y que el toro ya debe ser su definitiva asignatura. En los de su lote no pestañeó para poderles con suficiencia y en el sexto, en sustitución de García Navarrete, exprimió lo poco que el ejemplar llevaba dentro aparte de la mala casta y el pésimo estilo.
La cogida brutal que sufrió García Navarrete al entrar al tercer novillo puso el punto trágico de la tarde. El chico, muy verde, se fue a matar a capón y el novillo no se la perdonó pasándoselo de pitón a pitón. Cogida espeluznante.
Parte facultativo
García Navarrete sufre dos heridas por asta de toro, una en región cervical derecha con dos trayectorias, una herida hacia arriba de 15 centímetros que bordea glándula parótida y que alcanza el ángulo de la mandíbula y otra de 10 centímetros que alcanza en suelo de la boca y base de la lengua. Otra de 1/3 distal muslo derecho con una trayectoria hacia atrás que rodea cara interna de fémur, alcanzando región poplítea y que contusiona paquete vasculo nervioso y nervio ciático, produciendo destrozos en músculo casto interno. Fractura 1/3 medio de clavícula derecha, erosiones y contusiones múltiples. Pronóstico grave.
Plaza de Madrid. Casi media entrada. Novillos de La Quinta, un sobrero de San Martín y un novillo de Rehuega (5), con más movilidad que casta y un gran ejemplar, el 5º. Manolo Vanegas (6), de lila y oro. Estocada (saludos) Estocada (saludos). Estocada. Un aviso (palmas). Ángel Sánchez (7), de rosa y oro. Dos pinchazos y estocada corta (saludos). Tres pinchazos y estocada (vuelta). García Navarrete (5), de azul y oro. Pinchazo, saliendo cogido. Vanegas mató de pinchazo y estocada que atraviesa. Un aviso (silencio).
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