Un gran Escolar reanima a Luis Bolívar
El llamado desafío ganadero se ha saldado con un balance de cuatro toros con nota, los de Saltillo, Palha, Ana Romero y José Escolar, que sin llegar a la excelencia en cuanto a casta y bravura dejaron ,al menos, la impresión del toro de lidias auténtico por su y trapío y comportamiento.
En el último día del desafío, y ya en plena feria de Otoño, ha sido un toro de José Escolar, lidiado en quinto lugar, el que recibió la última ovación en el arrastre.
En el último día del desafío, y ya en plena feria de Otoño, ha sido un toro de José Escolar, lidiado en quinto lugar, el que recibió la última ovación en el arrastre.
Ese toro, de nombre Matajacos, se arrancó de largo en varas para que Félix Majadas hiciera la suerte en todo lo alto y le sirvió a Luis Bolívar para reanimar una carrera casi agonizante. El toro tenía un pitón izquierdo de ensueño y Bolívar cuajó con cadencia los mejores naturales del ciclo. Por el pitón derecho el toro se apagó aunque luego se dejara sin rechistar otra vez por el izquierdo. Bolívar acertó con la espada y se dio una vuelta al ruedo en Madrid que le debió parecer una bendición.
Otro toro se comportó con fiereza, el primero de Ana Romero que metió en el callejón al banderillero Jeringa con un golpe tremendo en la cabeza. Ese toro se movió más que se empleó y Bolívar brujuleó con aseo. Iván Vicente estuvo digno con su lote, intentando el toreo ortodoxo con poco género delante. Alberto Aguilar se rehízo después de un mitín con la espada en el tercero para cubrir el expediente en el sexto, otro manso.
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