Buscar este blog

martes, 5 de abril de 2022

UN MANO A MANO ESPECIAL

 



El JuliMarco Pérez  el jovencísimo novillero salmantino  - protagonizaron una nueva edición 
de los Mano a Mano de la Fundación Cajasol.

 Marco Pérez, como el propio Juli, venía de triunfar con fuerza en el festival de Granada celebrado el pasado domingo. 

“Estamos ante un caso especial, nos tiene locos a todos; ayer hablaba con Morante y me decía una cosa muy sencilla y muy bonita para definirlo: que era un torero. No hay mejor manera de definir lo que hace y como lo hace”, explicó El Juli sin poder disimular su admiración por el menudo torerillo. El chico se iba a ganar al público desde la primera frase“Tiene formación, educación y todo eso sólo sirve para mejorar lo que hace en la plaza, relató el diestro madrileño. “Esas palabras me llenan de orgullo y me llenan de felicidad”, respondió Marco que también puede presumir de haber sido sacado a hombros recientemente por César Rincón en Manizales. “Eso debe ser un aliciente, una satisfacción pero también un plus de presión…”, argumentó El Juli.


“Al final esa presión está ahí pero esta es una profesión en la que lo más importante es sentirte feliz toreando y trasmitirla al tendido”,
explicó Marco Pérez. “La gente se queda alucinada cuando le ven torear con ese tamaño; cualquier novillo es grande delante de él y hace faenas estructuradas como cualquier figura del toreo. Todo tiene un orden, un porqué, un sentido, corrige situaciones… no es un niño gracioso que se pone delante de un novillo; hay trazo, estética, profundidad…”
, refirió el maestro madrileño.

                                                                            VOCACIÓN


José Enrique Moreno, moderador de la charla, recordó una anécdota de gran valor simbólico de esa misma tarde granadina. Morante no dudó en recoger el sombrero del novillero y entregárselo descubierto, como un banderillero a su maestro. “Me gustó mucho ese detalle y que me diera un abrazo”, explicó Marco. Pero había que profundizar algo más en la personalidad taurina de Marco Pérez, que -como El Juli- ha entregado su niñez a esta dura profesión. “El mundo del toro es muy axfisiante, una vida distinta, pero a la vez te otorga grandes sensaciones que te ayudan a paliar otras carencias que notas con el paso del tiempo”, evocó El Juli, que se definió como un torero “vocacional” lejos de cualquier obligación laboral o profesional.


“En la vida de Marco y la mía hay ciertos paralelismos”, prosiguió El Juli, comparando la figura de sus respectivos padres, dos toreros sin suerte, claves en la forja taurina de sus respectivos hijos. Marco Pérez confesó que era un seguidor del maestro a través de las redes sociales. “Los niños o toreros jóvenes que estamos empezando queremos parecernos a él”, señaló el chaval entre ovaciones antes de convertirse en entrevistador al preguntarle al maestro por sus mejores tardes. “Sevilla es una de mis plazas especiales”, confesó El Juli aludiendo a un Domingo de Resurrección con Morante y Manzanares y al célebre indulto del toro Orgullito de Domingo Hernández. “Sevilla ha sido mi plaza”, sentenció el torero madrileño.

El Juli bromeó con las hechuras del chaval. “Yo tenía más envergadura y éste tiene que comer más”. Pero el madrileño se puso más serio al hablar de la “flexibilidad de la legalidad” en estos casos especiales, no sólo en el toreo, “para permitir actuar a este tipo de niños que son casos excepcionales porque al final estás coartando algo histórico; yo tampoco tuve esas facilidades y me tuve que marchar a México”, remachó. 

                                                                   LA MAESTRANZA


“Una de las plazas en las que me gustaría tomar la alternativa es la Maestranza”, añadió Marco Pérez. “Aún le falta tiempo, tiene que seguir toreando, evolucionando y todo llegará”, precisó El Juli advirtiendo que sus muchas y buenas condiciones “tampoco aseguraban nada”, aludiendo a la incertidumbre y la dureza de la profesión. “La historia se hace con tus propios errores; de ellos se aprende mucho y te llevan luego a hacer cosas mejores”, reflexionó el matador.

Las imágenes dieron pie a reflexionar sobre el sentido de toreo. “Toreó perfecto y el que lo haya visto lo podrá corroborar”, terció El Juli que mostró una absoluta humildad al recordarse a sí mismo “más limitado” que Marco Pérez a la misma edad. “Llenar el escenario es muy importante”, apuntó el chico entre el asombro de los presentes después de agradecer la ayuda y el cariño que está recibiendo de muchos toreros, a los que no quiso nombrar por no dejarse a ninguno atrás. A quien sí nombró fue a El Viti cuando se le preguntó por toreros históricos. 

No hay comentarios: