2 de Mayo de 2024
Corrida Goyesca desde Las Ventas
FERNANDO ROBLEÑO un profesional como la copa de un pino; un tío curtido en mil batallas y casi ninguna agradable; un concepto de toreo extraordinario que casi le es imposible poner en práctica, porque cuando a los ganaderos les da por criar ejemplares Charoles o limusines, en vez de bravo, pues el toreo de este más que honradísimo torero no emerge.
JAVIER CORTÉS, es más de lo dicho anteriormente. Un torero excepcional, con un montón de tragedias habidas y, lamentablemente ahí sigue: honrado y cabal, con la ilusión intacta, estrellándose una u otra vez contra moles de carnes y cuernos.
Otra vez será Javier. A ver si con un poco de suerte la próxima vez que vengas a Madrid alguno te deja darle 20/25 lambreazos en condiciones.
FRANCISCO JOSE ESPADA, parece que hubiera acabado de tomar la alternativa y sigue con el mismo empeño y cojones que siempre que lo he visto ha derrochado. No se le puede poner un pero o, por ponerle uno: la espada torero, la espada hay que manejarla con alguna picardía en momentos claves. Si me lees sabes a lo que refiero.
Ante una corrida complicada los profesionales de plata y azabache han solventado mejor que bien sus responsabilidades con capote y "frías".
Enhorabuena a toreros y ganadero, aunque a este último yo le diría que: los toros bravos son los que una vez salen a la plaza con el trapío debido -no acochinaos-, van al caballo un par de veces y, con raza y casta, bravura y nobleza, al menos aguantan 35/40 lambreazos por derecho; lo otro, es lo que usted ha mandado hoy a Las Ventas y se llaman retintos, charoles, limusines, etc., pero nunca bravos.
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