La nueva moda de las galas de presentación de las ferias, ahora tan de moda son, en general, beneficiosas por la cantidad de personas que mueven, por los aficionados que asisten y porque, y esto puede ser lo más importante, por la publicidad que se da a las combinaciones de cara a las taquillas. Además, cada vez se organizan más pronto, distanciadas de las fechas de la feria, y así todo el mundo puede hacer sus planes, con mucho tiempo para asistir y preparar viajes, vacaciones y ahorros o simplemente mirarse el bolsillo para pagar el abono o adquirir uno, o varios, si no tiene.
Montan el acontecimiento -qué palabra más bonita en contra de la espantosa evento- con toda clase de invitados. La diferencia entre acontecimiento y evento es la que hay entre el buen y el mal gusto, que ahora se ha apoderado de la sociedad en el habla, la escritura y ya no digamos de cómo se viste la aberrante y podrida sociedad que padecemos.
Total, se monta, se publicita, se invita a los amigos y, por supuesto, la gente del toro : toreros, ganaderos, empresarios y los del mundo de las redes, esperando que lo difundan y que obtenga claramente el objetivo de la mayor publicidad.
Y así lo montan, unos mejor y otros peor:
1/ Presentadores del mundo de la información, que deben ser amigos aunque no dominen la especialidad ni es necesario que lo hagan bien.
2/ Gente famosa, taurina o no, que vaya a los toros o no, que defienda el espectáculo o no. Y hasta que no lo haya defendido en su vida pero que aparezca alguna vez invitada en los burladeros del callejón.
3/ Y algunos aficionados aunque hay pocos asientos reservados para ellos. Lo fundamental es que la sala esté llena y que las imágenes de público en televisión o en fotos se vean repletas. Con esto y nada más, ya es un éxito de convocatoria.
4/ El escenario está lleno de miembros de la empresa que repiten incansablemente lo maravillosa que es esta feria con carteles insuperables.
5/ Luego llegan los presentadores a repetir lo mismo. Incluso ponen a una chica guapa.
6/ Y en ocasiones, si la sala es grande, como la de las Ventas, algunos del micrófono se bajan a las butacas para entrevistar a los que ellos deciden que hablen.
7/ El colofón es a veces que políticos cierren la fiesta diciendo maravillas de todo, de los carteles y, especialmente, de lo que ellos defienden los toros, que ahora cuestionan cada vez más personas.
Y todo con muchas sonrisas, mucha algarabía y muchos aplausos.
Hay también galas de presentación que son más humildes pero que exhiben llenos porque esta moda gusta a la gente, aunque algunos después ni pisen la plaza y mucho menos piensen en pagar.
Y es indudable que estas galas, tengan la categoría o el poder de convocatoria que tengan, evidentemente valen para que las ferias o las corridas extraordinarias tengan ambiente y se hable de toros y se convoque al personal a llenar los tendidos.
Por tanto, bienvenidas sean.
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