. El Juli hizo historia con Orgullito. Número 35. 528 kilos. Nacido en diciembre de 2013. Indultado en las manos proverbiales del fenómeno. Orgullito se sumaba a la orla de Arrojado, de Cuvillo, y Cobradiezmos, de Victorino.
Pero si el toro pronto, alegre, humillado, repetidor y bravo en definitiva, fue una pura maravilla, Juli lo potenció. Sin apretarle en las tres primeras series de derechazos, conjugando distancias y alturas, acompañándolo hasta el ataque que surgiría por bajo. Por las dos manos. La conjunción total. La muleta ya horadando la arena. La Maestranza era un manicomio. Con el toreo julista insuperable y con el garcigrande de gloria. El presidente dijo que siguiera ante la desatada petición de indulto. Y Juli y Orgullito siguieron. Imparables. Hasta que el pañuelo naranja asomó. La plaza deliraba. Las dos orejas paseó el maestro de San Blas en compañía de Justo Hernández. Aquello fue de rabo. La tarde entera de JL. ¿Para cuándo entonces? La Puerta del Príncipe esperaba abierta ya de par en par. La procesión soberbia. La grandeza de la fiesta
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