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martes, 4 de septiembre de 2018

METER EL BISTURÍ

La realidad ha sido dura: en el plazo de unas pocas semanas se han dado
cuatro casos importantes de carencias en medios y formación especializada para la atención médica y quirúrgica de los profesionales en las plazas de toros. En el siglo XXI no puede ser permisible que los avances en esta materia se produzcan al ritmo que marcan las tragedias,
 Hay que adelantarse.
 En este sentido, la Sociedad Española de Cirujanos Taurinos lleva tiempo insistiendo en la necesidad de revisar cuanto los Reglamentos en vigor establecen en esta materia. 
La Comisión Nacional de Asuntos Taurinos debiera dar prioridad a este tema, partiendo de la propuesta de reglamentación elaborado por la SECT.


Resultado de imagen de enfermeria taurinaLas recientes situaciones tan graves que ha vivido Manuel Escribano, a raíz de una inadecuada atención médica en Belmonte tras una cornada de mucha consideración, pero también percances no menos graves sufridos en las últimas semanas por David Mora, Carlos Aranda o El Niño del Barrio, han traído a la actualidad de nuevo el delicado tema de la atención médico/quirúrgica en las plazas de toros. 

Pero urge recordar que el pasado mes de enero la Sociedad Española de Cirujanos Taurinos (SECT) ya había advertido de la necesidad de actualizar la normativa en esta materia. Para ello entregaron a la Comisión Nacional de Asuntos Taurinos un proyecto de reforma, que con los cambios en el Gobierno aún queda pendiente de resolver. 

Resultado de imagen de enfermeria taurinaPor eso, el propósito de esta Sociedad es volver a acudir al ministerio de Cultura para que una materia tan sensible como ésta pueda ser abordada en la primera reunión que se convoque de la citada Comisión y se hagan propuestas operativas adecuadas. Y que lo haga cuanto antes. Garantizar los niveles de seguridad médica y quirúrgica en una plaza de toros, donde corren riesgos ciertos los toreros, supone una tarea de primer orden, constituye siempre una prioridad.

Los últimos casos, una razón mas para la urgencia 

Cuatro casos reciente han visualizado las carencias y la urgencia en resolverlas. Recordemos. Lo que en un principio se le diagnosticó a Escribano como una herida con trayectoria superficial de 10 centímetros de pronóstico reservado, luego resultó ser una cornada grave de 15 centímetros, que requirió de una detallada intervención quirúrgica.  Al también matador de toros David Mora se le curó en principio de una herida de 10 centímetros sin mayores complicaciones; al ser atendido por un cirujano taurino apreció que, además, tenía una nueva trayectoria de 15 centímetros.  Al novillero Carlos Aranda se le descubrió, 48 horas después de haberse producido, una cornada interna que producía desgarro de la musculatura en la pierna derecha. Al banderillero  Alberto López ”El Niño del Barrio”, lo que inicialmente se consideró que bastaba con cerrar la herida, luego resultaron ser  dos cornadas de importancia de más de 20 centímetros cada una, que llegaban al fémur y disecaba la arteria femoral.

Para todos ellos resultó de gran importancia que sus administradores, o ellos mismos, los trasladaran a un centro médico con personal especializado. Gracias a eso ya andan otra vez en su oficio. En todos los casos la atención inicial tuvo lugar en una UVI móvil, que como describió el apoderado de Escribano, no contaba con personal conocedor de la cirugía taurina.

La inquietud de los cirujanos 
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Han sido las cuatro últimas alarmas conocidas. Y esperemos que las únicas. Pero es cierto que en esta materia tan importante no se puede bajar la guardia; no se puede permitir que los avances en esta cuestión se produzcan a golpe de tragedia. 

Por eso, la organización de cirujanos vienen diciendo desde hace tiempo que no en todas las reglamentaciones taurina hoy vigentes –la nacional y las autonómicas-- se aborda con el mismo rigor y acierto esta cuestión. De manera bien fundada, han pedido que se haga una normativa común y  armonizada para todas las plazas, porque se detectan “muchas y graves deficiencias que en el siglo XXI son inaceptables pues los requisitos sanitarios estipulados están muy alejados de la realidad estadística, en cuanto a frecuencia y gravedad, de heridos que se originan en los festejos populares. No debemos olvidar las tragedias que, año tras año, se producen a causa de cogidas en festejos taurinos populares”.

Cuando la SECT, que viene realizando una importante labor, tanto en materia de formación especializada como en el estudio de un volumen importante de experiencias, se pronuncia en estos términos, obviar sus recomendaciones sería como poco una imprudencia.

La propuesta de la Sociedad de Cirujanos taurinos

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El importante llamamiento de la Sociedad Española de Cirujanos Taurinos a todos los profesionales del sector, al que se ha hecho referencia, urgía ya a acometer esta tarea hizo de dotar de la mayor seguridad de las Enfermería y de la atención sanitaria y quirúrgica, se expresaba en los siguientes términos:

“Cuando se aproxima el inicio de una nueva temporada taurina en España, desde la Sociedad Española de Cirugía Taurina (SECT) queremos dirigirnos tanto a todas las asociaciones de profesionales taurinos (matadores, novilleros, rejoneadores, picadores, banderilleros, mozos de espada) como a las agrupaciones de empresarios y organizadores de espectáculos taurinos por varios asuntos de trascendencia.

En primer lugar, y de consecuencias cardinales, queremos anunciar que la Junta Directiva de la SECT ha concluido la redacción de una futura reglamentación sanitaria única para los festejos taurinos y de aplicación en todo el territorio nacional. Dicho proyecto será presentado en breve a la correspondiente Dirección General del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para su análisis y aprobación, si procede.Resultado de imagen de Sociedad de Cirujanos taurinos

Mientras no se legitime dicho proyecto es necesario mencionar que siguen vigentes los requisitos estipulados en el Real Decreto 1649/1997 que regulan las instalaciones sanitarias y los servicios médico-quirúrgicos en los espectáculos taurinos. Simplificando su contenido queremos insistir que todos los festejos taurinos a celebrar en cualquier plaza de toros, fijas y portátiles, deben disponer tres elementos: una Enfermería o un Quirófano Móvil, un Equipo Médico con un personal definido y al menos un Vehículo de Transporte Sanitario tipo UVI móvil.

Estos son los requisitos médicos y las condiciones sanitarias que todo profesional taurino debe exigir en cualquier plaza de toros en la que vaya a actuar. Y estamos en la obligación de recordar que en todos los casos es responsabilidad de la empresa organizadora la adecuada disposición de los citados elementos. Si falta alguno de estos tres elementos se estará cometiendo una infracción considerada muy grave, cuya responsabilidad legal recaería no solo en el propio médico que informa previamente de su idoneidad como Jefe del Servicio, sino también en la empresa organizadora e incluso en el delegado gubernativo, aunque los más perjudicados serían los propios toreros.

Por otra parte la SECT reitera su ofrecimiento a los profesionales del toreo, a las empresas taurinas y a las corporaciones públicas que organicen espectáculos, para informar, asesorar e incluso acreditar los servicios médico-quirúrgicos que se concierten en las diferentes plazas de toros (para lo cual se adjuntan los respectivos contactos de los miembros de la Junta Directiva).

Para finalizar la SECT juzga razonadamente que en los últimos 18 meses se han conseguido, en parte, algunos de los objetivos que nos habíamos propuesto (poner cerco al intrusismo en el personal sanitario de los equipos médicos, redactar un proyecto de reglamento sanitario único, sensibilizar a los gobiernos autonómicos de la incoherencia de algunos reglamentos para festejos populares…) sin embargo seguimos muy preocupados ante el futuro de la asistencia médica en los espectáculos taurinos y en la formación de médicos y enfermeros taurinos.

Como es conocido, desde hace muchos años organizamos por toda España congresos, cursos, simposios o se convocan premios para trabajos sobre medicina y cirugía taurina, pero cada vez nos resulta más costoso y complicado realizarlos. Pues bien, a pesar de todo, vamos a insistir en esta formación teórica instituyendo nuevas reuniones formativas para la puesta al día de los avances en cirugía taurina. Estos propósitos no serán sencillos y por sí sola la SECT no podrá conseguirlo de ahí que necesitemos la colaboración de patronatos y fundaciones privadas relacionadas con la Tauromaquia o de los profesionales taurinos dispuestos, como ya ha hecho un matador de toros, a quién la Sociedad Española de Cirugía Taurina, quiere agradecer su generosa atención y apoyo.

Ya hemos resaltado en más de una ocasión, que nuestra entrega a la Cirugía Taurina no debe limitarse solamente al trabajo en las Enfermerías de las Plazas de Toros. Nuestra vocación de cirujano taurino nos exige mucho más. Nuestros retos son mayúsculos y problemáticos pero también ilusionantes y por ellos vamos a esforzarnos aún más. Pero necesitamos que el estamento taurino nos ayude en estas directrices.

Con nuestros mejores deseos de salud y éxito para todos los profesionales del toreo que en breve iniciarán una nueva temporada, los miembros de la Junta Directiva de la SECT quedan a vuestra disposición”.

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