La fiesta de los toros tiene muchos protagonistas y no todos son matadores de toros. Los banderilleros y picadores, a las órdenes de su matador, también desempeñan una labor fundamental en la lidia. Por esta razón y porque ha sido uno de los nombres propios de la temporada, el pasado domingo, en Clarín, charlamos con el picador Tito Sandoval, hombre de la cuadrilla de Javier Castaño.
“Ha sido una gran temporada, estoy muy contento, sobre todo porque he tenido la oportunidad de ir a las órdenes de dos de los más grandes actualmente: Javier Castaño y Jiménez Fortes”. Con estas palabras de satisfacción y orgullo comenzaba Tito Sandoval su intervención en el programa. La primera pregunta que se le planteó fue la tarde con la que se queda de esta recién finalizada temporada: “Me quedo con Sevilla, por supuesto Madrid con un toro de Carriquiri, y también incluiría Nimes”, respondía. En cuanto a la forma ideal de realizar su labor, Tito opinaba: “Es complejo explicar como se pica bien a un toro, pero se intenta darle los pechos del caballo al toro y citarlo de frente. Todos los toros no permiten que se haga la suerte bien, pero hay que intentar hacerlo lo más puro posible”.
Su labor esta campaña taurina ha sobresalido aún más por la importancia que su matador, Javier Castaño, le da a la suerte de varas. Sobre esto, Sandoval afirmaba: “Javier es un torero generoso y ha apostado por la suerte de varas porque lo pide la gente. Al público hay que darle lo que pida y creo que la afición quiere que se realice una suerte de varas lucida”. A pesar de que el primer tercio no pasa por su mejor momento, el picador se mostraba optimista: “Estoy contento porque hacía mucho tiempo que no se hablaba tanto de la suerte de varas y eso creo que es positivo”. Sobre las muchas críticas que ha recibido en los últimos tiempos su gremio de varilargueros, Tito opinaba que:“Creo que cuando la gente nos critica es porque las cosas no se hacen bien” y añadía con sinceridad: “Hoy en día hay grandiosos picadores, pero también otros que no deberían estar”. En la mayoría de las ocasiones, los chavales que se acercan al mundo del toro tienen la vocación de llegar a convertirse en matadores de toros, pero Tito Sandoval tuvo claro desde el principio que vestiría el oro, pero no como matador: “Aquí en Salamanca siempre ha habido grandes picadores. Yo empecé tentando en la finca del matador de toros Jumillano, montando a caballo, y luego me hice picador muy joven. Ya llevo dieciocho años como profesional”
.Enrique Mazas y Teo Sánchez
.Enrique Mazas y Teo Sánchez
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