Una definición adecuada de Curro Romero, se la realizó en su tiempo Manuel Ramírez y quedó plasmada en la obra del maestro Antonio Burgos :
"Unan temple y espantá,
lamentos y miedos,
quejío y bronca,
cima y sima,
suspiro y hechizo,
amores y odios,
hojalatas y oros,
locuras y apatía,
calambres y pellizcos,
infinito y cero,
repeluco y aroma,
esencias y maneras,
andares y huída,
grandeza y desconcierto,
privilegio y maldición,
resplandores y agonía,
emoción y magia, fantasmas y espinas,
todo y nada,
acabose y desgana,
inspiración y veneno,
sabor y gloria”.
Unánlo todo, exprímanlo en el pensamiento y quizás les saldrá un nombre: Curro; y un sentimiento: Romero.
Ya lo cantó otro genio, llamado Camarón: “Curro Romero, Curro Romero, eres la esencia, de los toreros”.
Emilio Trigo en referencia a el Faraon de Camas durante la entrega de premios de la nueva tertulia taurina sevillana de Juan Belmonte .
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