"Indulto cocinado"

Pablo Hermoso de Mendoza : un polémico rabo en la Cañaveralejo de Cali, producto de un “cocinado indulto”.

Eso de anunciar que, con su actuación del pasado 31 de diciembre, Hermoso logró el primer indulto de un toro de rejones en la historia de la Tauromaquia, no le conviene a Hermoso de Mendoza. Suena a estrategia de marketing al más puro estilo del madrileño José Tomás.

La crítica taurina local más auténtica, la que no se casa con nada ni con nadie, solo con investigar la verdad y difundirla, ha rebotado la noticia con ferocidad. Así, José Ortegón ha dicho que “la historia de la Plaza de Cali se ha llenado de oprobio y vergüenza al permitir que un toro de rejones fuese indultado”, que “las desgracias no vienen solas y los indultos tampoco”, y que “fue el oso más grande que jamás se haya hecho en una plaza de toros en el mundo”. Carolina Baquero dijo que “fue un ejemplar que por el mismo hecho de ser toreado a caballo, no se probó en varas, requisito para todo indulto, no se puede calificar si humillaba o no”.

Jorge Arturo Díaz opinó que “fue una corrida con rabo no pedido”, y que “fue indultado contra toda lógica”.

Enrique Avilán expresó que “están felices los que pidieron el indulto, y tristes quienes consideran que se saltaron los límites de los reglamentos y del respeto a la plaza”.

El portal “Venezuela de feria” escribió que “de ahí a que esa tarde Pablo Hermoso se encumbrara en la historia, es otro cuento; son cosas de Cali, de la fiesta que se armó en la plaza por el fin de año, a tal punto que Hermoso fue sacado a hombros por los toreros españoles que por estos días andan en la Feria de Cali”.

La radio “Red Taurina Sonora” calificó el espectáculo de “bochornoso y farsa”. Hasta Julián Parra, tan conservador en sus juicios a través de “Rcn radio”, se salió de su línea editorial triunfalista (que comparte con el pseudo periodista César Rincón – con todo respeto – y a veces también con Loperita), valientemente mostró insatisfacción con lo ocurrido. Guillermo Rodríguez dejó en claro que “tengo un respetuoso reparo al indulto de “Tabacoso”, pues la bravura de un toro se mide, irremediablemente, en el caballo y más tarde es preciso verlo en la muleta y en el rejoneo no es posible”, agregó que “lo grave es degradar una Fiesta ya de por sí acosada por muchos fantasmas”, además que “Pablo Hermoso no necesita regalos; está más allá de favores pues su grandeza como equitador y rejoneador raya el mito”, y finalizó diciendo que “los ritos del toro, como los del amor se deben respetar y honrar, porque esta es una fiesta de caballeros y no de truhanes; lo que ha hecho el palco, en términos taurinos, es ofensivo para la taurinidad y nada bueno dice de una plaza que en 54 años ha construido un bien ganado prestigio de plaza de primera”.