“La corrida fue uno de los grandes petardos de la temporada, de esos que expulsa a la gente de una plaza de toros.
Que nadie se ofenda. Una pantomima es una farsa, y un becerrista es un señor que lidia becerros. No hay en la lengua castellana mejor definición para lo que Julián López El Juli y José María Manzanares protagonizaron ayer en la plaza de Huelva. Se anunciaba un mano a mano -una gran mentira- entre dos figuras refulgentes (¿?) de la torería andante con toros -otra mentira no menos grave- de la muy afamada camada de Núñez del Cuvillo.
Pues bien, después del fraude cometido, los dos toreros no tuvieron inconveniente en que los izaran a hombros y los pasearan por la puerta grande como dos triunfadores; y algo más, ambos mostraban en twiter momentos después su contento y felicidad por una tarde tan bonita.
¿Hablarían en serio? ¿Son tan soberbios que se consideran por encima del bien y del mal y se mueven en la mentira con peligrosa complacencia, o es que toda su inteligencia reside en el valor? Lo de ayer produjo sonrojo y vergüenza.
Y lo que es peor: con taurinos como El Juli y Manzanares, ¿para qué hacen falta antitaurinos?”
(Antonio Lorca).EL PAIS. Twiter
No hay comentarios:
Publicar un comentario